PERIODICO DEL AIRE
NÚMERO 11
RESPONSABLE: DR MIGUEL CAM`POS ARREDONDO
RAZONES PARA UNA NUEVA CONSTITUCIÓN PERUANA



Cuando una
institución cualquiera no “camina” puede deberse a que su Estatuto no
se cumple, necesita mejoras o debe cambiarse totalmente, y el Estatuto
de un país es su Constitución. De la lectura de la nuestra y
conociendo la realidad nacional deduzco que “no va” con el desarrollo
que Perú merece porque además de obsoleta y regresionista, es una
suerte de Celestina para que nuestro país permanezca estancado o se
retrase más porque vivimos en una época en la que avanzar es una
urgente necesidad por el formidable adelanto cotidiano de la ciencia y
la tecnología que están haciendo posible que la brecha entre países
desarrollados y pobres se torne cada día más amplia y más profunda.
La prueba de nuestro retraso es la pobreza que aquí se genera por una
mala educación, salud, justicia y falta de trabajo y seguridad, para
empezar.
Y si nuestro objetivo es tener una mejor Constitución
es buieno aprovechar la experiencia de las naciones más desarroladas
del mundo porque lo bueno se aprende e imita y con mayor razón si es
para bien de toda una nación. La historia de la humanidad está colmada
de lecciones hermosas y positivas que los países en vías de
desarrollo como el Perú deben aprovechar renunciando al siempre
discutible nacionalismo. Pero eso no se hizo aquí posiblemente porque
la incompetencia, irresponsabilidad o siniestros intereses de nuestros
gobernantes y representantes prevalecieron. Por eso no avanzamos y se
nos consuela diciendo que “crecemos”, claro, porque se está rematando y
subastando nuestros recursos naturales que cuando se agoten, si no hay
un cambio racional ahora, será el holocausto.
Las naciones
más desarrolladas del mundo siempre fueron gobernadas por ciudadanos
capaces, honorables, serviciales y patriotas, regidos por
constituciones perdurables y con artículos que permitían que todos los
ciudadanos pudieran llegar al gobierno para convertirse en pioneros
del desarrollo. La Constitución de los Estados Unidos, por ejemplo,
tiene más de 200 años y fue redactada por hombres con las cualidades
aludidas bajo el comando del gran Thomas Jefferson, teniéndose en
cuenta únicamente el interés nacional. De no ser por ellos hoy
hablaríamos de una nación pobre, subdesarrollada, saqueada, endeudada e
integrada mayormente por seres humanos pauperizados e infelices como
el Perú actual; a despecho de las ingentes riquezas naturales que
poseemos.
Leer nuestra historia avergüenza y desengaña. Hemos
tenido catorce Constituciones, posiblemente porque los gobernantes
huérfanos de patriotismo, hicieron una a su medida para eternizarse en
el poder, lucrar, tener una ciudadanía sojuzgada y manejable y
soslayando irresponsablemente el rol social del Estado. Nos impusieron
una “institucionalidad” y “estado del derecho” que impedía la
insurgencia de los movimientos progresistas, sin importar para nada el
real avance del país y eso aún se continúa dando porque cada vez se
pone más trabas para la inscripción de los nuevos grupos políticos a
sabiendas que los tradicionales son los responsables directos de la
desdicha del Perú.
Personajes conocidos como “demócratas” sólo
fueron ciudadanos respetables que a su estilo también avasallaron a la
ciudadanía y sin resolver integralmente sus crónicos problemas como:
educación, salud, justicia y seguridad. En cuanta conflagración bélica
hemos participado casi siempre nos tocó la peor parte por la desidia,
imprevisión e incompetencia de nuestros gobernantes, marcadas solo por
honrosas y ejemplares actitudes de heroísmo como las de Grau y
Bolognesi. Hemos perdido gran parte de nuestro territorio como
posiblemente hoy sigue ocurriendo por la torpeza e ingenuidad de
nuestras autoridades.
Hoy, en vez de ser un país próspero,
habitado por seres humanos felices, que debe ser la aspiración de todo
buen gobernante y porque tenemos mucho para hacerlo realidad, somos un
país con una población de la cual más del 50% es pobre y alrededor del
25% extremadamente pobre, con una caja fiscal endeble que no atiende
debidamente a la ciudadanía ni abona haberes dignos a los trabajadores
del Estado como maestros, médicos y policías, porque no se hace una
administración científica del Estado pues la improvisación sigue
vigente. Claro que el favoritismo también porque se paga “fuerte” a
los mercantilistas que buscan el poder para acumular fortuna personal
aunque no estén debidamente capacitados para ejercer los cargos como
también a los funcionarios “talentosos” y ”eminentes” que desempeñan
el triste papel de frenos rentados.
Hoy a pesar que la
empresa privada nacional cumple un importante rol social porque es la
más importante fuente de puestos de trabajo permanente, aportes al
Estado y sanas divisas no se la atiende como en otras latitudes
Nuestras leyes por improvisadas son cambiantes y la desconfianza es una
constante entre nuestros empresarios quienes seguro que por eso temen
poner en planilla a sus trabajadores, lo cual será razón para que
mañana, si no hay un cambio racional ahora, estaremos colmados de
ancianos carentes de seguridad social que tendrán que elegir entre la
mendicidad o el suicidio y todo a pesar que el primer artículo de
nuestra Constitución expresa que ES LA PERSONA HUMANA EL FIN SUPREMO
DEL ESTADO Aquí lamentablemente los ingresos del Estado provienen
fundamentalmente de los préstamos internacionales y del alza del precio
de la gasolina y servicios esenciales, lo cual esclaviza al país y
atenta rudamente contra la economía popular. En vez de tratar a
nuestras empresas como amigos, el gobierno central y municipios son
sus inquisidores y verdugos y las atormentan y agravian
inmisericordemente y de diversas formas: fuertes cobros por licencia de
funcionamiento, altas tarifas de servicios esenciales, cobros
indebidos y abusivos por publicidad, demanda de coimas, clausura de
locales, multas, embargos y remates de sus equipos y retención de
sus fondos bancarios. Y siempre con las amenazas de hacerlo público
para malograrles su crédito. Por eso quiebran o ven incrementados
sus costos y pierden capacidad de competir con las empresas extranjeras
que resultaron harto favorecidas con los TLCs. que
indiscriminadamente se siguen concretando. A parte de eso se tolera
el contrabando y favorece a los monopolios lo cual constituye un
grave atentado y competencia desleal para las empresas nacionales. No
se les brinda asesoría, ayuda técnica y crediticia, ni busca mercados
para sus productos, tal como se hace en las naciones realmente
prósperas. Las únicas que preocupan a los gobiernos son las que
financian sus campañas electorales y las de los amigos del régimen. Se
les favorece de diversas formas como es el caso de las obras públicas y
otros servicios. También se apoya a las transnacionales con las que se
concreta acuerdos discutibles, concediéndoles inmerecidos privilegios,
incluso a veces no pagar impuestos. A las grandes empresas, que tienen
fervorosos defensores en el Congreso de la República se les permite
incluso pagar impuestos mediante innecesarios canjes, lo cual no se
permite a las pequeñas.
Aquí prácticamente la corrupción está
oficializada por causa de una discutible y singular legislación que
tenemos y que permite que luego de algunos años automáticamente
prescriban los delitos de los funcionarios públicos que asaltan las
arcas fiscales y aún puedan volver a postular.
Vivimos tal estado de frustración que consideramos natural que la
miseria y la desesperación se ensañen con nosotros cotidianamente, en
tanto que en las naciones desarrolladas la gente disfruta porque
trabaja, el gobierno se preocupa por la educación, la salud y la
seguridad no solo de los nacionales sino también de los extranjeros. Y
eso aquí solo será posible con una nueva Constitución que garantice
los derechos de todos y cuando tengamos en el gobierno a nuestros
mejores ciudadanos. Por eso también la población busca depender del
Estado, los empresarios como clientes y los desocupados y mal pagados
como empleados, lo cual es contraproducente y dura carga para el Estado
Aquí mayormente se hace política para el lucro personal, subsistir,
pero no para servir al país. En las elecciones generales, municipales y
últimamente regionales, en vez de gobernantes y representantes,
elegimos –con raras excepciones- asaltantes, lo cual no ocurre en las
naciones desarrolladas porque la gente puede seleccionar y elegir bien a
sus autoridades y mayormente se despreocupa de la política porque
atienden sus empresas o trabajan para alguna donde ganan bien porque
están capacitados para trabajar. Pero aquí se nos obliga a votar sin
duda para salvar apariencias y justificar pírricos e inmerecidos
triunfos que se logran en campañas electorales antidemocráticas y
desiguales porque no todos los candidatos cuentan con las mismas
facilidades para publicitarse y a los “elegidos” todavía tenemos que
respetar y soportar durante varios años aunque arruinen al país y para
colmo disfrutan de inmerecidos privilegios y hasta de una harto
discutible inmunidad.
El trabajador más simple del Congreso
de la República que siempre es del partido del gobierno o amigo del
mismo, gana más que un rector de Universidad Estatal, según lo denunció
un destacado congresista y en la Navidad gobiernistas, congresistas y
altos funcionarios reciben abultadas sumas de dinero que constituyen
un insulto a la gente humilde, mientras que a maestros, médicos y
policías les llega sumas irrisorias.
Nuestros
gobernantes y representantes al Congreso no son ciudadanos debidamente
seleccionados. No se les exige documentos que acrediten que son personas
competentes, honorables y patriotas. Ni la Constitución ni la Ley
Electoral demandan requisitos especiales a los candidatos y a pesar de
eso los congresistas se hacen llamar los “Padres de la Patria”, lo cual
parece temerario porque si bien los últimos tiempos llegaron al
Congreso de la República ciudadanos honorables que anhelaron hacer
patria, al parecer la mayoría fueron desempleados que vieron la
política como una formidable manera de acumular fortuna y al
conseguirla de incendiarios y pseudo revoluciones que ayer fueron,los
exorbitantes sueldos que ellos mismos se auto asignan los convierte
en conservadores y fieles defensores el ominoso orden de cosas que
antes detestaban. De gobernantes y representantes con esas cualidades
nada bueno podemos esperar para el país porque a parte de
mercantilistas a ultranza a ellos el hambre no les atormenta como a la
mayoría y es natural que no tengan prisa alguna para resolver
integralmente los problemas de la población limitándose a coincidir con
el gobierno de turno cuando solo prescribe paliativos y calmantes
para nuestros crónicos problemas, o ejerciendo un paternalismo que
linda con el cumplido y la hipocresía,con tal de no dar solución
integral a los crónicos problemas que afligen a la población. esto
confirma que siempre la burla a la ciudadanía fue una constante durante
todo nuestra historia y se vio favorecida por el bajo nivel cultural
de la población y por eso terminaron elegidos falsos defensores y
representantes, se desconoció los delitos que cometían en el ejercicio
de sus funciones, y creer a cierta prensa desinformadora y
mercantilista que nos decía que estábamos en el mejor de los
mundos.Nuestros gobernantes cuando fueron candidatos nos dijeron que
luchaban por la justicia social, contra la pobreza, el abuso y la
discriminación y siempre acabaron defraudándonos. Sus ofrecimientos
fueron solo infalibles instrumentos de campaña electoral. El fracaso de
su gestión, atribuyeron a instituciones y hasta a ciudadanos
extranjeros, a pesar que siempre apelaron a la denigrante conducta de
pedirles dinero prestado, que les sirvió fundamentalmente para el
derroche y enriquecimiento ilícito. Por eso hoy nuestra deuda externa
es prácticamente impagable.
Aquí nadie fiscaliza cabalmente. El
Congreso, la institución fiscalizadora por excelencia no cumple su
función y casi siempre se limita a ser cómplice de los gobiernos de
turno con más razón si la mayoría es gobiernista y de no ser así se
concretan “acuerdos multipartidarios” con el pretexto de “salvar la
democracia”, aunque solo sea para compartir “honores” y ocultar errores
y delitos, y para auto asignarse sueldos inmerecidos y exorbitantes.
La Contraloría General de la República, casi siempre está a cargo de
amigos del Partido de gobierno. La prensa, salvo muy contadas y honrosas
excepciones, permanece cautiva del régimen merced a los contratos de
publicidad estatal, o porque pertenece a los amigos del gobierno. En
ambos casos se atenta contra la libertad de expresión y la ciudadanía
permanece desinformada o en silencio porque carece de los medios
económicos necesarios para hacerse escuchar. Y para colmo el DEFENSOR
DEL PUEBLO que no es elegido por el pueblo sino por el Congreso de la
República, con muy raras excepciones es un personaje mediatizado y
frio, posiblemente para mantener su exorbitante y también envidiable
sueldo.
Nuestros gobernantes y representante casi siempre
tuvieron complejo de mono porque cuando tuvieron que abordar los
problemas sociales se fueron por las ramas. Se esmeraron en resolver
asuntos secundarios descuidando los más apremiantes. La gente quiere
trabajo, por ejemplo y se pretende resolver el problema del techo propio
de unos pocos con lo cual resultan favorecidas las empresas
constructoras y los bancos porque los precarios sueldos que reciben los
trabajadores no les permite cancelar sus deudas, Los precarios sueldos
que reciben los trabajadores no les permitirá pagar sus deudas y es
inminente el riesgo que los bancos prestamistas embargue sus bienes o
los de sus garantes, en complicidad con el gobierno, que si bien no
ayuda a los pobres, a las grandes empresas como los bancos les brinda
toda clase de facilidades y hasta dinero cuando se dice que están en
falencia.
Se afirma que la situación económica del país mejora
porque los supermercados venden más, pero eso se produce por las
millonarias campañas que realizan y los precios temporalmente bajan
como todo monopolio, hasta que se arruinen los pequeños comerciantes.
Son los viejos argumentos de quienes buscan el poder con siniestros
fines sin importarles para nada la vida de la gente, pues seguimos
siendo tratados como simples animales de laboratorio para que ensayen
sus siniestras e improvisadas teorías.
Los congresistas modifican
la Constitución casi siempre para consumar sus granjerías pero no en
función del interés social, a pesar que no fueron elegidos para eso y
que tampoco son los ciudadanos calificados que el ca El jefe del régimen conocido como el “de la corrupción” manifestó que
tendríamos la mejor educación de América Latina y quien le sucedió
luego nos dijo que le agradaría ser recordado como el PRESIDENTE DE LA
EDUCACIÓN y sin embargo aquí la educación continua siendo una
cenicienta. Si los padres de familia no tienen dinero sus hijos no van
al colegio, ante la total indiferencia del gobierno. Hay temporadas en
que nuestras universidades estatales están a punto de suspender las
clases por falta de recursos y sin embargo se dice que crecemos, que
somos la envidia de la región y que es inminente nuestro ingreso al
primer mundo. Y a pesar de todo y con el pretexto de libre información
algunos medios informativos continúen haciendo tabla rasa de la moral
pública, atentando criminalmente contra nuestros niños y jóvenes, a
pesar que se nos ofreció combatir la obscenidad.
Aquí la
corrupción está prácticamente oficializada porque los delitos económicos
que cometen nuestros malos gobernantes prescriben luego de algunos
años. Mientras un humilde ciudadano va a la cárcel varios años por
hurtar minucias, de donde sale arruinado física y moralmente, un
gobernante que hurta millones al Estado y perjudica a toda la nación se
va al extranjero, el asilo político le protege, el tiempo lo declara
inocente y vuelve a postular, lo cual demuestra que Perú es un país
donde abundan los inocentes presos y los delincuentes libres a causa
mayormente de una muy discutible autonomía que disfruta el Poder
Judicial convertido hoy en la entidad pública más corrupta del país y
donde la política no es una fuente de servicios a la comunidad sino
una forma grotesca de hacer fortuna con el dinero del Estado.
ESTAS
RAZONES QUE SON VERDADES INCONTRASTABLES DEMUESTRAN QUE Perú, nuestra
amada patria es un paciente, un enfermo muy triste a pesar que tiene
todo lo necesario para sanarse y ser feliz a excepción de hijos buenos y
agradecidos. Por eso afirmo con una mezcla de patriotismo y esperanza
que aún estamos a tiempo de enrumbarlo por la senda del progreso y que
también haga posible la felicidad de todos los peruanos y eso
supone y demanda con suprema urgencia una nueva Constitución.
UNA CONSTITUCIÓN QUE GARANTICE:
-Que los peruanos nacerán, vivirán y morirán con dignidad.
-Que los derechos de todos los peruanos serán respetados y que asegure que el Estado cumplirá su rol social.
Que
exija requisitos muy especiales a los candidatos a la función pública
desde concejal hasta Presidente de la Nación, como pasom gfundamental
para implementar l a administración científica del Estado.
Que todos los candidatos tendrán las mismas facilidades para publicitarse.
Que
obligue a los gobiernos salientes a rendir cuentas claras a los
entrantes y se imponga las más drásticas sanciones a los que delincan
en el ejercicio de la función pública.
Que la improvisación, incapacidad y deshonestidad jamás tendrán cabida en la función pública.
Que la libertad, justicia y posibilidad de hacer empresa esté al alcance de todos los peruanos.
Que
el Estado se hará cargo de la educación de todos los estudiantes
pobres del país hasta capacitarlos debidamente para el trabajo, y por
supuesto que eso tendrá que reglamentarse (Revolución Educativa).
Que
se apoyará permanentemente a las empresas nacionales brindándoles de
manera especial a las pequeñas ayuda técnica y crediticia, asesoría
permanente, búsqueda de mercados para sus productos y fomento de la
unión entre las mismas en opro de la ayuda mutua.
Que nos haga
olvidar las precariedades de ayer y hoy y que nos asegure que nunca
más veremos hombres disputando la basura con los perros , niños sin
colegio o durmiéndose en el aula por la desnutrición, sin lo necesario
para estudiar o pidiendo limosna en la calles, a nuestros jóvenes
abandonando el país en busca de trabajo y ancianos abandonados a su
suerte y al borde del suicidio, que nuestras niñas se prostituyan y la
delincuencia, drogadicción e inseguridad se incrementan.
Que nos
permita cautelar y explotar nuestros recursos naturales en las mejores
condiciones y fundamentalmente preservando el medio ambiento y
protegiendo nuestra agricultura.
Que asegure una lucha frontal
contra la corrupción en todas sus manifestaciones y que se sancionará
con la máxima severidad y ejemplarmente a los funcionarios públicos
que delincan y a los jueces corruptos y prevaricadores, y se los
inhabilite de por vida para desempeñarse en la función pública .
Que
todos seremos iguales ante la ley y que se eliminará toda inmunidad
en los ciudadanos y la autonomía en las entidades públicas sin
excepción alguna.
Que ha llegado el momento de construir una
patria grande, próspera y respetable, aquella que soñaron Grau y
Bolognesi y por la que gustosos ofrendaron sus preciadas vidas.
Pero la nueva Carta Magna debe ser singular, realista y no una
réplica de las anteriores y por eso el Proyecto de la misma debe ser
obra de profesionales de indiscutible valía que no sean los señores
congresistas para evitar el partidarismo político que ha resultado
negativo para el país, sino de delegados elegidos por votación
universal en todos los colegios profesionales del país quienes TENDRÁN
QUE SER CONVOCADOS A UN GRAN EVENTO ALUSIVO. En el mencionado
Proyecto volcarán el fruto de su experiencia y sabiduría y darán
testimonio de su acrisolado patriotismo con la sola y noble intensión
de hacer patria. Tal proyecto al ser llevado a referéndum se
convertirá en la nueva Constitución que indudablemente será un
instrumento efectivo y valioso para concretar nuestro siempre anhelado
desarrollo nacional y el bienestar real y permanente de los peruanos
de hoy y siempre.
VIVA EL PERÜ!!!!!