ESTUDIAR O MORIR, ALTERNATIVA DEL TERCER MUNDO
Hoy, todo
habitante de nación subdesarrollada que no tiene oficio o profesión, está
condenado a la miseria y es candidato a ser mendigo mañana.
Esta cruda
y dolorosa realidad, obliga tanto a los gobernantes como a los jóvenes de los
países pobres, la adopción de medidas de emergencia. El Estado debe concurrir
instaurando una irrestricta democracia educativa; mientras que los jóvenes
deben estudiar conscientemente, aprovechando al máximo las facilidades
disponibles, pues solo con la educación se asegura una auténtica realización
como persona humana, el propio bienestar, el de los seres queridos y solo con
ella nos podemos convertir en forjadores del progreso patrio.
Tiene pues
la vida asegurada, quien es mano de obra calificada. Y si hay temporadas en las
que no se encuentra ocupación, a la corta o a la larga se consigue; sino en el
país, renunciando a sentimentalismos, emigrando a naciones prósperas porque
aquellas ofrecen más oportunidades. El dinero que se gane en lontananza, de todas maneras vendrá al país
para crear empresas y fuentes de trabajo para otros compatriotas, pues siempre
estará vigente la frase “la cabra tira al monte”. La nación Israelí es un bello
ejemplo. Llegan allí capitales y aportes de los connacionales diseminados en
diversas partes del orbe y como consecuencia maravillosa y lógica, hoy vemos a
esa nación convirtiéndose – a despecho de su pequeño territorio y su hostil
colindancia – en una potencia mundial.
Los
problemas de los países pobres se agudizan porque las naciones desarrolladas,
superando cada día su tecnología, fabrican en mayor medida sofisticadas
maquinarias, como es el caso de los robots, con lo cual en un futuro no lejano
estarán condenados a más desocupación y miseria si los gobiernos no toman las
providencias del caso.
Los
gobernantes tercermundistas como Perú insensatamente confían demasiado los ingresos
a los recursos naturales, y ¿qué ocurrirá cuando éstos se agoten, si hasta
entonces no contamos con hombres preparados para la vida en cualquier frente?.
Un ser humano con cultura y ciencia en el cerebro, hasta de piedras crea riqueza,
mientras que los millones que se ponga en manos de un analfabeto,
irremediablemente serán derrochados.
Aún se
recuerda la más importante conclusión, a
la que llegaron cuatro ex-ministros de educación peruanos, en un programa de
TV.: “EL PERÚ DEBE INVERTIR EN
EDUCACION, LO QUE TIENE Y LO QUE NO TIENE, SI DESEA PROSPERAR”. Y hoy
aquello, hay que hacerlo realidad; y si algún día se nos imputara haber
“colgado” al país, bien “colgados” estaremos, si esos fondos se emplearon para
llevar la luz del saber al cerebro de los hombres, pues la inversión más productiva es la que se hace en el ser humano
y con mayor razón en su educación.
Lamentablemente
en el Perú se ha inferido golpes mortales a la educación, a la que hoy vemos
convertida en la cenicienta de las infraestructuras del país y su abandono es
precursor de todos los males que nos afligen. Facilidades que antes se daba,
hoy han desaparecido, lo cual es grave si se considera que el Perú es cada día
más dependiente y subdesarrollado y las mayorías viven afligidas por la
miseria. Antes se facilitaba a los
estudiantes algunos útiles escolares, desayuno con agregado vitamínico; existía
internados estrictamente gratuitos como lo era el Colegio Nuestra Señora de
Guadalupe. Esas facilidades pocas pero valiosas, han desaparecido.Se ha
suprimido de la currícula de estudios
cursos muy importantes como el de
Educación Familiar, Educación Cívica, Instrucción
Pre Militar, Educación Física y otros. También desaparecieron temerariamente la Educación Secundaria Industrial y
Comercial que daban a los egresados de la secundaria la oportunidad
de trabajar de inmediato, lo cual no es
posible ahora a los jóvenes que concluyen
la secundaria. La reimplantación de esos
cursos y especialidades es urgente
y aparte de todo eso saludable
sería incluir también el curso de Administración de Empresas porque ancestralmente
sufrimos de una aguda crisis de
administración en la función pública. Hasta hoy, mayormente llegó al poder de
los países pobres como el nuestro, gente no idónea y como era de esperarse las
consecuencias han sido nefastas. Un hogar, un municipio, un ministerio y el
Estado mismo son empresas y para
gobernarlas eficientemente hay que tener capacidad administrativa basta. Hay
que hacerlo también para que nunca más nuestros gobernantes y Congresistas cuando
ocupen sus cargos vayan, como ahora, a
improvisar y a tratar a los peruanos como simples
animalillos de laboratorio para ensayar
sus improvisadas teorías que
siempre fracasan y por eso estamos así como país con el calificativo de subdesarrollado y con la mayoría de peruanos en la pobreza y
el 25% en extrema pobreza a cuyas mesas
no llega el pan de cada día.
Calificar
la mano de obra, no solo será beneficioso para el trabajador, que por supuesto
recibirá un mejor sueldo, también lo será para el empresario porque venderá productos o
servicios de mejor calidad que serán mejor recompensados económicamente. Por
supuesto que también el Estado obtendrá mayores beneficios porque recibirá mayores aportes como impuestos, y donativos de mayor envergadura de las empresas que verán a los gobernantes como amigos y colaboradores y no los inquisidores y verdugos de hoy.
Ahora, por
la carestía de la vida la educación se va convirtiendo en un lujo que para los
jóvenes de los estratos populares es difícil alcanzar, situación que se
complicará progresivamente; y dentro de poco si no se adoptan medidas de
emergencia la posibilidad será nula y por tanto no podemos permanecer indiferentes ante el avance
vertiginoso de las naciones
desarrolladas, pues la brecha que de aquellas nos separa se torna cada
día más amplia y más profunda. Es
indiscutible que solo la educación salva
distancias entre ricos y pobres y entre naciones desarrolladas y
tercermundistas. Si al padre de familia por falta de dinero ya no es posible instruir al hijo debe ser el Estado el que
asuma esa responsabilidad, porque gobernar es servir y hacerlo preferentemente al más necesitado. Y si el
populismo es necesario hay que hacerlo
dando educación a todos y capacitarlos para el trabajo y no limitarse al
reparto de alimentos y propinas lo cual
solo se justifica en estados de emergencia,
pero hacerlo permanentemente es actitud irresponsable pues la
experiencia ha demostrado que fomenta el parasitismo social.
“SI DAS PESCADO ALGUIEN EL COMERA ESE DIA; PERO
SI LE ENSEÑAS A PESCAR, COMERAN SIEMPRE EL Y LOS SUYOS”, reza una sabia frase. Ese es el
milagro que realiza la educación en manos del hombre, porque se ha convertido en el arma más poderosa en la lucha por una
completa liberación. Si bien un gran líder dijo hace algunas décadas: “PROLETARIOS DEL MUNDO, UNIOS”, en una
etapa en que la patronal ejercía una gama de atropellos contra el gentío laboral, el cual hoy tanto en la órbita del capitalismo privado como en
la del estatal ha logrado sus justas demandas, se imponen nuevas fórmulas para avanzar
porque el dominio del hombre ya rebasó los confines de la tierra. La búsqueda del
bienestar de los seres humanos que moran en las naciones retrasadas y en el
caso nuestro a despecho de nuestra pródiga geografía, obliga a quienes hemos
tenido la oportunidad de conocer la
causa de nuestra pobreza y subdesarrollo, a exclamar como voz de alarma ¡PUEBLOS DEL TERCER MUNDO, INSTRUIOS!
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