POR INCAPACIDAD Y
PROTAGONISMO JUECES PREVARICARON.
Por Miguel Campos Arredondo.
Si la ola subversiva dividió a los peruanos en dos sectores, el 7
% la apoya porque –según las
encuestas de hace dos meses-ese
porcentaje respalda al
MOVADEF que rescata las banderas del senderismo y el 93 % la rechaza. Claro que un gran sector de
la prensa califica de terroristas,
criminales y delincuentes comunes y de
enemigos del sistema a los beligerantes.
Fujimori defendió a ese 93% de
peruanos, con la ayuda de la policía y nuestras fuerzas armadas de las que en su
gobierno fue su Jefe Supremo, Pero ahora
al igual que muchos policías y
militares está preso e implorando por su
libertad, lo cual es absurdo y debe repararse de inmediato para no ser acusados de ingratos, e inconsecuentes
los que integramos ese 93% . porque el
entonces presidente tenía la obligación de imponer el orden a cualquier precio
y más aún si los subversivos se negaban
a dialogar y a rendirse porque el fanatismo
que le inculcaron sus irresponsables líderes era fatal. Claro que
de ambos bandos hubo excesos como también razones poderosas entendibles porque mientras Fujimori cumplía su rol social su obligación, los sediciosos decían abanderarse con los humildes. Por eso ni Fujimori ni los
senderistas fueron culpables de la subversión si no los gobernantes y
representantes que tuvimos hasta antes del 80 en que se inició la ola
subversiva, porque no resolvieron nuestros
crónicos problemas de manera integral y
permanente como lamentablemente sigue ocurriendo ahora.
Creo que ahora los culpables de la injusta
carcelería que están sufriendo tanto las
autoridades de ese entonces como los
beligerantes son los malos jueces y
fiscales que “resolvieron “ esos casos tomando
en cuenta más que la ley, circunstancias, la historia y principios
fundamentales del derecho, la tribuna,
prensa, gobierno (posiblemente para congraciarse con el régimen y mantener sus
altos y envidiables sueldos). Se olvidaron
del Criterio de Conciencia, el ,Indubio pro reo(la duda favorece al
reo) lo cual se demuestra por sentencias sin prueba alguna y solo indicios y
del Debido
Proceso y cometieron el delito de prevaricato al emitir sin pruebas suficientes sus discutibles fallos que deben revisarse de inmediato para
hacer posible la liberación de
todos los presos políticos y no solo del señor Fujimori. Por supuesto
que para tales jueces prevaricadores tendrá que recaer también todo el peso de
la ley. Y eso no extraña porque el Poder Judicial peruano es una de las
instituciones más corruptas del país
según las encuestas de opinión. Perú
es imperio de los inocentes presos y de delincuentes
libres y eso debe acabar. Por puro protagonismo
e incapacidad para juzgar y dando demasiada importancia a la tribuna,
prensa y gobierno (quizá para mantener
sus envidiables sueldos) emitieron sus
harto discutibles sentencias que
es urgente revisar y reparar los daños
consecuentes. Y peor aún si estamos
obligados a respetar los fallos de la CIDH que es una suerte de
cocodrilo que acaricia y resuelve
presto los pedido de
sus copartidarios izquierdistas pero rechaza y soslaya la petición de quienes desafinan con
esa tendencia, lo cual yo lo he comprobado personalmente en uno caso que allí duerme el sueño de los justos.
Por supuesto que los liberados
tendrán que firmar el compromiso de su no reincidencia y si lo hacen serán
pasibles de penas ejemplares, como
también los representantes del Estado se
comprometerán que en adelante el Estado
servirá realmente a la sociedad,
empezando por darle una nueva Constitución. Solo de esa forma desaparecerán las protestas,
porque si no hay pan no hay paz. De esta forma el Perú, al
igual que lo ocurrido en otras naciones que también fueron escenario de violencia
interna, logrará una paz duradera.
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