miércoles, 17 de octubre de 2012



POR INCAPACIDAD Y PROTAGONISMO JUECES PREVARICARON.



 


 Por Miguel Campos Arredondo.

Si la ola subversiva  dividió a los peruanos en dos sectores, el 7 %  la apoya porque –según las encuestas  de hace dos meses-ese porcentaje  respalda  al  MOVADEF que rescata las banderas del senderismo y el  93 % la rechaza. Claro que un gran sector de la prensa  califica de terroristas, criminales y  delincuentes comunes y de enemigos del  sistema a los beligerantes.
Fujimori defendió a ese 93% de peruanos, con la ayuda de la policía y nuestras fuerzas armadas de las que en su gobierno fue su Jefe Supremo, Pero  ahora al igual  que muchos policías y militares  está preso e implorando por su libertad, lo cual  es absurdo  y debe repararse de inmediato para  no ser acusados de ingratos, e inconsecuentes los que integramos ese 93% . porque  el entonces presidente tenía la obligación de imponer el orden a cualquier precio y más aún si  los subversivos se negaban a dialogar y a rendirse porque el fanatismo  que le inculcaron sus irresponsables líderes era fatal. Claro     que    de ambos bandos hubo excesos como también razones poderosas  entendibles porque mientras  Fujimori cumplía su rol social  su obligación, los sediciosos  decían abanderarse  con los humildes. Por eso ni Fujimori ni los senderistas fueron culpables de la subversión si no los gobernantes y representantes que tuvimos hasta antes del 80 en que se inició la ola subversiva, porque no  resolvieron nuestros crónicos  problemas de manera integral y permanente como lamentablemente sigue ocurriendo ahora.
Creo  que ahora los culpables de la injusta carcelería que están sufriendo  tanto las autoridades de ese entonces  como los beligerantes   son los malos jueces y fiscales que  “resolvieron “ esos casos tomando en cuenta más que la ley, circunstancias, la historia y principios fundamentales del derecho,  la tribuna, prensa, gobierno (posiblemente para congraciarse con el régimen y mantener sus altos y envidiables  sueldos). Se olvidaron del Criterio de Conciencia, el ,Indubio pro reo(la duda favorece al reo)  lo cual se demuestra por  sentencias sin prueba alguna y solo indicios y del  Debido Proceso y cometieron el delito de prevaricato  al emitir sin pruebas suficientes  sus discutibles fallos  que deben revisarse de  inmediato para  hacer posible la liberación de  todos los presos políticos y no solo del señor Fujimori. Por supuesto que para tales jueces prevaricadores tendrá que recaer también todo el peso de la ley.  Y eso no extraña porque el  Poder Judicial peruano es una de las instituciones   más corruptas del país según  las encuestas de opinión. Perú es  imperio de los inocentes presos y de delincuentes libres y eso debe acabar. Por puro protagonismo  e incapacidad para juzgar y dando demasiada importancia a la tribuna, prensa y gobierno (quizá para  mantener sus envidiables sueldos) emitieron sus  harto discutibles sentencias  que es urgente  revisar y reparar los daños consecuentes. Y peor aún si estamos  obligados a respetar los fallos de la CIDH que es una suerte de cocodrilo   que acaricia y resuelve presto  los  pedido de  sus copartidarios izquierdistas pero  rechaza  y soslaya la petición de quienes desafinan con esa tendencia, lo cual yo lo he comprobado personalmente en uno caso que  allí   duerme el sueño de los justos.
Por supuesto que los liberados tendrán  que firmar el compromiso de  su no reincidencia y si lo hacen serán pasibles de penas ejemplares,  como también los representantes del Estado  se comprometerán  que en adelante el Estado servirá  realmente a la sociedad, empezando por darle una nueva Constitución. Solo  de esa forma desaparecerán las protestas, porque si no hay  pan  no hay paz. De esta forma el Perú, al igual que lo ocurrido en otras naciones que también fueron escenario  de violencia  interna, logrará una paz duradera.

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