EDICIÓN 083
Lima Perú, 18 de febrero, del 2018
EDITORIAL
URGE UNA NUEVA CONSTITUCIÓN PERUANA.
La fórmula infalible para lograr
la prosperidad de los países y el bienestar y libertad de los seres humanos es
capacitando a todos para el trabajo (educación), apoyando a las empresas
privadas nacionales y propiciando la creación de nuevas porque son las más
importantes fuentes de trabajo permanente. Pero eso no se hace aquí en Perú ni
en todos los países retrasados del mundo.
Para eso necesitamos tener en el gobierno y parlamento a los ciudadanos más calificados, experimentados y justos, elegidos en competencias electorales transparentes, equitativas y democráticas, y no en los simulacros electorales que estamos acostumbrados a presenciar cada cuatro o cinco años aquí en Perú, en los que el dinero termina siempre convertido en el gran elector. Pero eso será viable si contamos con una nueva Constitución pero elaborada por los ciudadanos que posean las cualidades aludidas, desvinculados totalmente de nuestro pasado vergonzoso y deprimente, porque de lo que se trata es de lograr el cambio.
Para eso necesitamos tener en el gobierno y parlamento a los ciudadanos más calificados, experimentados y justos, elegidos en competencias electorales transparentes, equitativas y democráticas, y no en los simulacros electorales que estamos acostumbrados a presenciar cada cuatro o cinco años aquí en Perú, en los que el dinero termina siempre convertido en el gran elector. Pero eso será viable si contamos con una nueva Constitución pero elaborada por los ciudadanos que posean las cualidades aludidas, desvinculados totalmente de nuestro pasado vergonzoso y deprimente, porque de lo que se trata es de lograr el cambio.
Por eso considero que el
mejor obsequio que hoy puede hacer el
presidente Kusinsky a todos los peruanos es apelar al patriotismo de los
miembros de los Colegios profesionales e instituciones identificadas con el
servicio a la comunidad para que en aras del interés patrio se sirvan elaborar el respectivo Proyecto de nueva
Constitución, el cual al ser llevado a referéndum
se convertiría en nuestra mejor Carta
Magna de todos los tiempos e instrumento decisivo de progreso. Digo esto consciente
de que en tales importantes instituciones abunda gente virtuosa y muy culta,
que ha vivido en carne propia el drama social, dispuesta a dar lo mejor de sí por
el país y hasta quizá sin cobrar honorarios, como sí lo hicieron en el pasado
los autores de esa especie de “libro rosa” que en Perú se llama Constitución.
Sus delegados se elegirían en elecciones
democráticas entre todos los miembros de la orden y con la recomendación que
sean los más idóneos, experimentados, justos y patriotas. La amarga experiencia
de todos los años de vida republicana nos obliga a descartar de plano la usanza
tradicional, porque en ese caso nuevamente el poder económico y los grupos políticos
que han perjudicado al país pondrían a sus representantes en el Congreso
Constituyente y la nueva Carta Magna terminaría siendo solo una réplica de las
anteriores.
Solo entonces todos los peruanos
tendríamos garantizados nuestros derechos y el desarrollo Nacional y bienestar real y permanente de todos serían
concretas realidades y con sobradas razones el Perú progresaría y se haría
acreedor del respeto de la comunidad internacional, porque algo diferente no
podemos esperar de la flor y nata de nuestra ciudadanía.
Sólo entonces veríamos a los
empresarios trabajando confiados, produciendo bienes y servicios de alta
calidad tanto para el consumo interno como para la exportación, generando sanas
divisas y puestos de trabajo permanentes y bien remunerados para nuestros
desocupados y aportando gustosos y puntualmente al Estado para que éste cumpla
su función original de servir a la comunidad, sin necesidad de apelar a los
esclavizantes préstamos internacionales. Solo entonces también diríamos adiós a la informalidad, pobreza, protestas
sociales y violencia, y a la corrupción pública que se agigantó en los últimos
tiempos.
Habría recursos suficientes para
que el Estado cumpla su labor social, empezando por hacerse cargo de la educación
integral de todos los niños y jóvenes pobres del Perú hasta que tengan oficio o profesión. Nuestros jóvenes
técnicos o profesionales si deciden trabajar en una empresa tendrían más posibilidad
de contar con un seguro y si optan por convertirse en empresarios tendrán un
Estado colaborador con créditos blandos,
ayuda técnica permanente y mercados seguros
para sus productos o servicios. La salud
pública estaría a buen recaudo al igual que nuestra seguridad interna y soberanía. La justicia sería oportuna y
transparente. Las elecciones serían justas y transparentes y en ellas resultarían
elegidos nuestros compatriotas más
experimentados y justos. Estaríamos bien informados porque existiría una
auténtica libertad de prensa, el periodismo sería un factor de desarrollo
porque renunciaría a ser cómplice y mero hipotecado a los gobiernos de turno
por el discutible interés de la publicidad estatal.
Por fin tendríamos razones suficientes
para decir que en el Perú el Estado sí cumple, quedando solo para el recuerdo
las penurias y privaciones de una oscura noche que aquí duró cerca de 200 años
de vida supuestamente independiente.
HACIENDO PATRIA.
-Antes de pensar en el justo
incremento de la remuneración mínima vital para los trabajadores, el parlamento
debe dar una ley de franco apoyo a las empresas privadas, porque son "la
gallina de los huevos de oro" en toda nación realmente desarrollada y
libre. Aquí lamentablemente nuestras empresas privadas, especialmente las
pequeñas y medianas son ,pateadas y atormentadas cotidianamente por la SUNAT y municipios en diversas formas,
a veces hasta quebrar. Solo con esa nueva ley nuestras empresas tendrán más capacidad
para pagar mejores sueldos a los señores trabajadores. Si no lo hacen, nuestros
congresistas siguen siendo los demagogos e irresponsables de siempre.
-Si el Estado se preocupara por dar
educación integral a todos los peruanos como se hace en Argentina y todas las naciones
más desarrolladas del mundo hoy no estaríamos interesados en que se eleve el
sueldo mínimo que es de hambre y con facilidad surgirían más empresarios. Pero
como aquí a gobernantes y representantes no les preocupa educar a todos porque
temen quedarse sin sus tontos electores, dicen estar preocupados por elevar el
sueldo mínimo.
-Por lógica hoy coinciden gobierno
y parlamento contra las decisiones de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos. Y no debe extrañarnos porque esa institución desde hace mucho tiempo
abiertamente respalda las peticiones de ciudadanos comunistas enemigos jurados
del sistema en que vivimos con libertad, y desoye las de quienes no lo son. Es
una aberración jurídica creer que el caso del Frontón es de lessa humanidad, cuando
los peruanos vimos que policía con grandes parlantes en mano rogaban a los
subversivos que no malogren la imagen del Perú porque aquí se estaba realizando
la reunión de la Tercera Internacional Socialista de la cual era miembro el
partido de gobierno; y los beligerantes respondían con ráfagas y dinamitazos. Y sin embargo la
Corte pretende revivir este caso que ya es cosa juzgada y para colmo quiere
encarcelar a los policías y militares que arriesgaron la vida para protegernos
del terrorismo y peor aún nos está haciendo pagar a quienes arruinaron al país.
Revisando nuestra
historia...
"FUJIMORI EL CAMBIO, SAN ROMAN EL CONTINUISMO"
(Publicado en el diario oficial EL PERUANO el 20 de abril de 1992 y en el libro "La Historia se repite" pags. 45, 46 y 47 )
Escribe: Miguel Campos Arredondo
A quienes consta el abrumador
respaldo que la ciudadanía peruana brindó a las decisiones del Presidente
Fujimori, al disolver el parlamento, reorganizar el poder judicial y la
Contraloría; así como la redacción de una nueva Constitución, mucho nos extraña
que algunos peruanos, urgidos por la necesidad de poder o dinero –afirmando lo
contrario–, tratan de malograr la imagen del Perú en el exterior y de sembrar
el cáos interno.
El Ingeniero Alberto Fujimori es
el Presidente Constitucional de la República, porque fue elegido en base a la
Constitución vigente y si la rebasó fue en procura del bien común, pues ella
constituía una traba para el desarrollo y para resolver algunos agudos
problemas del país. De allí, que en forma reiterada, líderes de diversas
agrupaciones políticas habían ya sugerido su modificación.
Y si de violación de la carta
magna se trata, no hay que olvidar que sus autores la transgredieron
reiteradamente y no precisamente en función social. Se la violó desde su primer
artículo, pues al parecer no es la persona humana sino el parlamento el fin
supremo de la sociedad y el Estado peruanos. Mientras la persona humana o para
ser mas claros, los 22 millones de peruanos, en inmensa mayoría sufren los
estragos de la miseria, los parlamentarios ganan sueldos millonarios y en
dólares, por un trabajo improductivo. Sabotearon a los gobiernos de turno que
no contaron, como ahora, con mayoría congresista o hicieron papel de marionetas
cómplices cuando la tuvieron.
Incumplen también la Constitución
los parlamentarios, cuando a sabiendas
que casi el 30% de estudiantes han dejado de ir al colegio por falta de dinero,
sorda e insensible, guardan silencio cómplice, sin importarles para nada el
futuro de la patria son ajenos al dolor de nuestra población y tuvieron el
coraje de hacerse pagar sumas exageradas por escolaridad, aún sin tener hijos.
Violan también la Constitución
los parlamentarios cuando contrariándola nos entregan cada año un Presupuesto
Nacional desfinanciado (Y últimamente han negado al Presidente de la República
el derecho de observarlo), cuando sin
que haya aumento del producto bruto interno se incrementan sus ya altos
sueldos, cuando permiten que sus colegas postulen también a las alcaldías y
ocupen rectorados para ganar dinero estatal por partida doble. Nuevamente violaron la Constitución cuando se abordó la Regionalización, seccionando
departamentos, sobrepasando el número de regiones o pisoteando las tradiciones,
costumbres e intereses de los pueblos y a pesar de ello nunca se les privó de
su esencia constitucional. Y así, puedo seguir señalando mas casos en que se
atropelló la carta magna.
La oposición debe hacerse un
profundo examen de conciencia, porque la ciudadanía percibió el sabotaje
sistemático que hacía a la obra del actual gobierno. ¿Acaso muchos
compatriotas, constatando la agudización de algunos problemas del país, no
llegaron a simpatizar con un golpe de Estado a la manera tradicional (lo cual
no ha ocurrido) o a decir "aquí en Perú necesitamos un Pinochet"?
Algunos líderes políticos se
abanderan hoy con la discutible “democracia” a pesar que aquí las elecciones son
siempre farsas en las que "triunfan" los que gastan mas dinero en las
campañas electorales, aunque poco o nada tengan que ver con los sectores
populares; por eso extraña mucho que déspotas y tiranos de ayer, que también a
su turno violaron la Constitución y atentaron contra nuestra endeble
democracia, se han tornado en sus defensores.
Si bien la problemática económica
ya empezaba a mejorar por las medidas
dispuestas por el gobierno, bajando la inflación de 3000 a 135% anual; el
narcotráfico y la violencia aumentaron por la complicidad y cobardía del
parlamento. Increíble pero cierto, el Congreso derogó un decreto gubernamental
que sancionaba drásticamente a los implicados en el "lavado" de
dólares del narcotráfico.
Toda medida que el gobierno tomó para
aumentar los ingresos fiscales para hacer obra social, fue de inmediato
derogada por los legisladores. Tal destino tuvieron tanto el impuesto de
SOLIDARIDAD que iba a ser pagado por los que ganan más de 500 soles, como el
que obligaba a los solteros sin carga familiar que ganan por arriba de 260
soles al mes. El Congreso fomentaba la irresponsabilidad y el desequilibrio
fiscal e impedía el ejercicio de la solidaridad entre los peruanos, a pesar
que el máximo dirigente del Fondo Monetario Internacional en su última visita
a Lima nos dijo que "no podemos esperar la solidaridad internacional, sinó
somos solidarios con nosotros mismos". Esta cerrada y demagógica
oposición, llevó al gobierno a plantear el incremento del IGV (Impuesto General
a las Ventas), que al afectar a ciertos alimentos motivó la justa protesta
popular.
El parlamento últimamente se
aprestaba a censurar al Ministro de Encomia y a restringir las facultades del
Presidente de la República, con lo que éste quedaba maniatado y a merced de la
dictadura parlamentaria, siendo inminente el rebrote hiperinflacionario y todo
por obra y gracia del Congreso.
Por otra parte, los legisladores
para incrementar su fortuna personal, se habían incluido en el régimen de la CEDULA
VIVA, una ley, hecha en principio en favor de los trabajadores de los ministerios, que les
permitía jubilarse con el último sueldo. Nuestros mal llamados “padres de la
Patria", para asegurar su futuro económico se incluyeron en ese régimen y
se jubilaban con el último sueldo, el millonario sueldo de parlamentario; en el
que también con la venia de los congresistas se incluyeron muchos burócratas de
las empresas "públicas” deficitarias; que al igual que los representantes
se jubilan con sueldos que oscilan entre 3000 y 6000 dólares, mientras que los
trabajadores ministeriales y maestros lo hacen con 100 dólares. Y así decían
defender la JUSTICIA SOCIAL.
El pueblo peruano, testigo
presencial de éstos hechos, impotente ante el negativo desempeño del Congreso
de la República, hoy respalda al Ingeniero Fujimori; pero es preciso que el
mandatario en un plazo prudencial factibilise el retorno a la legalidad.
Considero que 10 meses es tiempo suficiente para tener una nueva Constitución,
igualmente nuevos representantes, los que en todo caso deben ser IDONEOS,
HONRADOS, TRABAJADORES Y PATRIOTAS y renovados por tercios.
A los descontentos, aquellos
compatriotas que han hecho de la política un medio de vida y de la defraudación
de las expectativas populares un vergonzoso oficio y que contrariando la
voluntad ciudadana se aglutinan en torne al Vice- presidente San Román del cual
quieren hacer Presidente de la República, hay que sugerirles que no se olviden
del Perú. La Constitución no es una Biblia, sino un libro imperfecto redactado
por partidos dogmáticos y obsoletos, responsables solidarios de la debacle
nacional Yo conozco a ambos porque en algunas oportunidades los he tratado y
puedo afirmar que el Ingeniero Fujimori significa el cambio y el Ingeniero San
Román el continuismo.
NOTA: Este artículo fue publicado
en el diario “El Peruano”. Al ser elegido
Presidente el Ing, Fujimori, sin mayoría congresista, la oposición preparaba
su caída.
HOMENAJE A TACNA, LA CIUDAD HEROICA
Tacna, tierra heroica,
crisol de patriotismo
Incontrastable cuna de
almas valerosas
Que en los infaustos
días que el vecino ambicioso
Asoló nuestro suelo con infame codicia,Supiste dar el pecho, tu vida y tu sangre.
De Grau y Bolognesi te convertiste entonces
En diligente acólito
que al altar de la patria,
llevaste en dulce ofrenda
disciplinadamente
Tus flores en capullo,
tu brava juventud
¡Tu vida y tu sangre!
Al Perú le brindaste el
favor infinito
De haber velado siempre
sin pausa ni desmayo
Como un gendarme ¡alerta!,
¡atalaya gloriosa ¡
Con el sublime anhelo
de vivir siempre en paz,
Con honra y dignidad
Y regresaste al seno de
la patria querida
Por el amor sublime que
siempre demostraste
Y que nada ni nadie
evitarlo podía, porque lleva impreso
Como joyas preciosas la
dignidad de Ugarte,
Valor de Bolognesi y
altruismo de Grau.
Esa amarga experiencia
jamás tendrá retorno,
Sabremos dar de baja a
la improvisación,
Con unión que acrisole
nuestros caros anhelos
Siempre estaremos
listos porque aspiramos paz.
¡VIVA TACNA!, ¡VIVA EL
PERÚ GENEROSO!
Miguel Campos Arredondo
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