NÚMERO 29
LIMA-PERU, 8 de junio, del 2013.
REPONSABLE:DR MIGUEL CAMPOS ARREDONDO
"EDUCACIÓN ES LIBERACIÓN"
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RAZONES PARA UNA NUEVA CONSTITUCIÓN
Cuando una institución cualquiera no “camina” puede deberse a que su
Estatuto no se cumple, necesita mejoras o debe cambiarse totalmente, y el
Estatuto de un país es su Constitución. De la lectura de la nuestra y
conociendo la realidad nacional se deduce que “no va” con el desarrollo
que Perú merece porque además de obsoleta y regresionista, es una
suerte de Celestina para que nuestro país permanezca estancado o retrase
más, lo cual no está en armonía con una época en la que avanzar es una urgente
necesidad por el formidable adelanto cotidiano de la ciencia y la
tecnología que están haciendo posible que la brecha entre
países desarrollados y pobres se torne cada día más amplia y más
profunda. La prueba de nuestro retraso es la pobreza que aquí se genera
por una mala educación, salud, justicia y falta de trabajo y seguridad,
para empezar.
Y si
nuestro objetivo es tener una mejor Constitución sería bueno aprovechar
la experiencia de las naciones más desarrolladas del mundo porque lo
bueno se aprende e imita y con mayor razón si es para bien de toda una nación.
La historia de la humanidad está colmada de lecciones hermosas y
positivas que los países en vías de desarrollo como el Perú
deben aprovechar renunciando al siempre discutible nacionalismo. Pero eso
no se hizo aquí posiblemente porque la incompetencia, irresponsabilidad o
siniestros intereses de nuestros gobernantes y representantes prevalecieron.
Por eso no avanzamos y se nos consuela diciendo que “crecemos”, claro, porque
se está rematando y subastando nuestros recursos naturales que cuando se
agoten, si no hay un cambio racional ahora, será el holocausto.
Las naciones más desarrolladas del mundo siempre fueron gobernadas por
ciudadanos capaces, honorables, serviciales y patriotas, regidos por
constituciones perdurables y con artículos que permitían que todos los
ciudadanos pudieran llegar al gobierno para convertirse en pioneros del
desarrollo. La Constitución de los Estados Unidos, por ejemplo, tiene más
de 200 años y fue redactada por hombres con las cualidades
aludidas bajo el comando del gran Thomas Jefferson, teniéndose en cuenta
únicamente el interés nacional. De no ser por ellos hoy hablaríamos de una nación
pobre, subdesarrollada, saqueada, endeudada e integrada mayormente por seres
humanos pauperizados e infelices como el Perú actual; a despecho de las
ingentes riquezas naturales que poseemos.
Leer nuestra historia avergüenza y desengaña. Hemos tenido catorce
Constituciones, posiblemente porque los gobernantes huérfanos de patriotismo,
hicieron una a su medida para eternizarse en el poder, lucrar, tener una
ciudadanía sojuzgada y manejable y soslayando irresponsablemente el rol social
del Estado. Nos impusieron una “institucionalidad” y “estado de derecho” que
impedía la insurgencia de los movimientos progresistas, sin importar para
nada el real avance del país y eso aún se continúa dando porque cada vez
se pone más trabas para la inscripción de los nuevos grupos políticos a
sabiendas que los tradicionales son los responsables directos de la desdicha
del Perú.
Personajes conocidos como “demócratas” sólo fueron ciudadanos respetables que a
su estilo también avasallaron a la ciudadanía y sin resolver integralmente sus
crónicos problemas como: educación, salud, justicia y seguridad. En
cuanta conflagración bélica hemos participado casi siempre nos tocó la peor
parte por la desidia, imprevisión e incompetencia de nuestros gobernantes,
marcadas solo por honrosas y ejemplares actitudes de heroísmo como las de
Grau y Bolognesi. Hemos perdido gran parte de nuestro territorio como
posiblemente hoy sigue ocurriendo por la torpeza e ingenuidad de nuestras
autoridades. Hoy, en vez de ser un país próspero, habitado por seres humanos
felices, que debe ser la aspiración de todo buen gobernante y porque tenemos
mucho para hacerlo realidad, somos un país con una población de la cual más del
50% es pobre y alrededor del 25% extremadamente pobre, con una caja
fiscal endeble que no atiende debidamente a la ciudadanía ni abona haberes
dignos a los trabajadores del Estado como maestros, médicos y policías, porque
no se hace una administración científica del Estado pues la improvisación sigue
vigente. Claro que el favoritismo y dispendio también siguen
vigentes porque se paga “fuerte” a los mercantilistas
que buscan el poder para acumular fortuna personal aunque no estén
debidamente capacitados para ejercer los cargos como también a los funcionarios
“talentosos” y ”eminentes” que desempeñan el triste papel de frenos
rentados del país.
A pesar que la empresa privada nacional cumple un importante rol social porque
es la más importante fuente de puestos de trabajo permanente, aportes al
Estado y sanas divisas no se la atiende como en otras latitudes. Nuestras leyes
por improvisadas son cambiantes y la desconfianza es una constante entre
nuestros empresarios quienes seguro que por eso temen poner en planilla a sus
trabajadores, lo cual será razón para que mañana, si no hay un cambio
racional ahora, estaremos colmados de ancianos carentes de seguridad social que
tendrán que elegir entre la mendicidad o el suicidio y todo a pesar que
el primer artículo de nuestra Constitución expresa que ES LA PERSONA HUMANA EL
FIN SUPREMO DEL ESTADO. Aquí lamentablemente los ingresos del Estado
provienen fundamentalmente de los préstamos internacionales que esclavizan al
país y del alza del precio de la gasolina y servicios esenciales, lo cual atenta
rudamente contra la economía popular. En vez de tratar a nuestras
empresas como amigos por la valiosa función social que desempeñan al dar
trabajo a la gente, gobierno central y municipios son sus inquisidores y
verdugos y las atormentan y agravian inmisericordemente y de
diversas formas: fuertes cobros por licencia de funcionamiento, altas tarifas
de servicios esenciales, cobros indebidos y abusivos por publicidad, demanda de
coimas, clausura de locales, multas, embargos y remates de sus equipos y
retención de sus fondos bancarios. Y siempre con las
amenazas de hacerlo público para malograrles su crédito. Por
eso quiebran o ven incrementados sus costos y pierden capacidad de
competir con las empresas extranjeras que resultaron harto favorecidas con
los TLCs. que indiscriminadamente se siguen concretando. A parte de
eso se tolera el contrabando y favorece a los monopolios lo cual
constituye un grave atentado y competencia desleal para las
empresas nacionales. No se les brinda asesoría, ayuda técnica y crediticia, ni
busca mercados para sus productos, tal como se hace en las naciones realmente
prósperas. Las únicas que preocupan a los gobiernos son las que financian sus
campañas electorales y las de los amigos del régimen. Se les favorece de
diversas formas como es el caso de las obras públicas y otros servicios.
También se apoya a las transnacionales con las que se concreta acuerdos
discutibles, concediéndoles inmerecidos privilegios, incluso a veces no pagar
impuestos. A las grandes empresas, que tienen fervorosos defensores en el
Congreso de la República se les permite incluso pagar impuestos mediante
innecesarios canjes, lo cual no se permite a las pequeñas.
Aquí la corrupción está prácticamente oficializada por causa de una
discutible y singular legislación que tenemos y que permite que luego de
algunos años automáticamente prescriban los delitos de los funcionarios
públicos que asaltan las arcas fiscales y aún puedan volver a postular.
Vivimos tal estado de frustración que consideramos natural que la miseria y la
desesperación se ensañen con nosotros cotidianamente, en tanto que en las
naciones desarrolladas la gente disfruta porque trabaja, el gobierno se
preocupa por la educación, la salud y la seguridad no solo de los nacionales
sino también de los extranjeros. Y eso aquí solo será posible con una
nueva Constitución que garantice los derechos de todos y cuando tengamos en el
gobierno a nuestros mejores ciudadanos. Por eso también la población busca
depender del Estado, los empresarios como clientes y los desocupados y mal
pagados como empleados, lo cual es contraproducente y dura carga para el
Estado. Aquí mayormente se hace política para el lucro personal, subsistir,
pero no para servir al país. En las elecciones generales, municipales y
últimamente regionales, en vez de gobernantes y representantes, elegimos –con
raras excepciones- asaltantes, lo cual no ocurre en las naciones desarrolladas
porque la gente puede seleccionar y elegir bien a sus autoridades y mayormente
se despreocupa de la política porque atienden sus empresas o trabajan para
alguna donde ganan bien porque están bien capacitados para trabajar. Pero aquí
se nos obliga a votar sin duda para salvar apariencias y justificar
pírricos e inmerecidos triunfos logrados en
campañas electorales antidemocráticas y desiguales porque no todos los
candidatos cuentan con las mismas facilidades para publicitarse. A los
“elegidos” tenemos que respetar y soportar durante varios años aunque arruinen
al país y para colmo disfrutan de enormes sueldos e inmerecidos privilegios y
hasta de una harto discutible inmunidad que les convierte en intocables,
tal como ocurre con nuestros improductivos congresistas, quienes para
colmo, según la curiosa actual Constitución ni siquiera pueden renunciar
y "aunque no quieran" tienen que seguir recibiendo el
exorbitante e inmerecido sueldo que ellos mismo se fijan. El trabajador más
simple del Congreso de la República que siempre es del partido del gobierno o
amigo del mismo, gana más que un rector de Universidad estatal, según lo
denunció un destacado congresista y en cada Navidad gobiernistas,
congresistas y altos funcionarios reciben abultadas sumas de dinero
en lo que constituye un insulto a la gente humilde; mientras que a
maestros, médicos y policías se les paga sueldos irrisorias.
Nuestros gobernantes y representantes al Congreso no son ciudadanos debidamente
seleccionados. No se les exige documentos que acrediten que son personas
competentes, honorables y patriotas, basta con ser peruanos de nacimiento y
tener cierta edad y punto. Así de fácil, así de cierto y vergonzoso. Ni la
Constitución ni la Ley Electoral demandan requisitos especiales a los
candidatos y a pesar de eso los congresistas se hacen llamar los “Padres de la
Patria”, lo cual parece temerario porque si bien los últimos tiempos llegaron
al Congreso de la República algunos ciudadanos honorables que
anhelaron hacer patria, los hechos demuestran que la mayoría
fueron incompetentes, egoístas y desempleados que tomaron la política
como una brillante oportunidad para encontrar trabajo bien remunerado y de acumular
fortuna con dinero del Estado y al ser elegidos, de incendiarios y
pseudo revolucionarios de ayer terminaron
siendo conservadores y fervientes defensores del sistema que antes detestaban, a consecuencia de los exorbitantes
sueldos que ellos mismos indebidamente se asignan. Hace poco un ex presidente de la
República declaró, para justificar la
incompetencia de la alcaldesa de
Lima, que también a él le ocurrió lo mismo. Qué tal raza. En Perú se va al
gobierno a aprender a gobernar. Por eso estamos rezagados y mientras eso
ocurra hablar de crecimiento es utopía. De gobernantes y
representantes con esas cualidades nada bueno podemos esperar para el
país porque aparte de mercantilistas a ultranza a ellos el hambre
no les atormenta como a la mayoría y es natural que no tengan prisa alguna para
resolver integralmente los problemas de la población limitándose a coincidir
con el gobierno de turno cuando solo prescribe paliativos y
calmantes para nuestros crónicos problemas, o ejerciendo un paternalismo que
linda con el cumplido y la hipocresía, con tal de no dar solución integral
a los crónicos problemas que afligen a la población. Esto se explica porque una
población pobre y desesperada es manejable y si se resuelve sus crónicos
problemas los que hacen de la política un medio de vida se quedan sin
electores. Se confirma así que la burla a la ciudadanía fue una constante
durante toda nuestra historia, la cual se vio favorecida por el
bajo nivel cultural de la población. Terminaron elegidos falsos defensores y
representantes de los cuales se desconocieron sus delitos y fechorías
porque creíamos en una prensa desinformadora y mercantilista que nos
decía que estábamos en el mejor de los mundos. Nuestros gobernantes cuando
fueron candidatos nos decían que luchaban por la justicia social, contra
la pobreza, el abuso y la discriminación y siempre acabaron defraudándonos. Sus
ofrecimientos fueron solo infalibles instrumentos de campaña electoral. El
fracaso de su gestión, atribuyeron a instituciones y hasta a ciudadanos
extranjeros, a pesar que siempre apelaron a la denigrante conducta de pedirles
dinero prestado, que les sirvió fundamentalmente para el derroche y
enriquecimiento ilícito. Por eso hoy nuestra deuda externa es prácticamente
impagable y algunos de nuestros ex gobernantes dan notorias
muestras de riqueza.
Aquí nadie fiscaliza cabalmente. El
Congreso, la institución fiscalizadora por excelencia no cumple su función y
casi siempre se limita a ser cómplice de los gobiernos de turno con más razón
si la mayoría es gobiernista y de no ser así se concretan “acuerdos
multipartidarios” con el pretexto de “salvar la democracia”, aunque solo sea
para compartir “honores” y ocultar errores y delitos, y para auto
asignarse sueldos inmerecidos y exorbitantes. La Contraloría General de la
República, casi siempre está a cargo de amigos del Partido de gobierno. La
prensa, salvo muy contadas y honrosas excepciones, permanece cautiva del
régimen merced a los contratos de publicidad estatal, o porque pertenece a los
amigos del gobierno. En ambos casos se atenta contra la libertad de expresión y
la ciudadanía permanece desinformada o en silencio porque carece de los
medios económicos necesarios para hacerse escuchar. Y para colmo el DEFENSOR
DEL PUEBLO que no es elegido por el pueblo sino por el Congreso de la República,
con muy raras excepciones es un personaje mediatizado y frio,
posiblemente para mantener su abultado y también
envidiable sueldo.
Nuestros
gobernantes y representantes casi siempre tuvieron complejo de mono porque
cuando abordaron los problemas
sociales se fueron por las ramas. Se
esmeraron en resolver asuntos secundarios y descuidaron los más apremiantes. La gente quiere
trabajo permanente, por ejemplo y en vez de implementar un programa nacional
con ese objetivo como puede ser fomentando la creación de nuevas empresas
privadas en todo el país, se empieza a
resolver el problema del techo propio de unos cuantos. Si bien resultan
favorecidas algunas empresas constructoras, los bancos y temporalmente algunos
trabajadores, no se resuelve el problema del trabajo permanente. Y más aún, los
supuestos favorecidos con viviendas pueden acabar perjudicados porque los
precarios sueldos que reciben pueden no permitirles cancelar sus deudas
y existe el riesgo que los bancos
prestamistas les embarguen sus bienes o los de sus garantes en complicidad con
el gobierno, que si bien no ayuda de manera efectiva a los pobres, a los
pudientes y las grandes empresas brinda toda clase de ayuda y
hasta dinero cuando se encuentran en falencia.
Se afirma que la situación económica
del país mejora porque los supermercados venden más, pero aquello es
consecuencia de las millonarias campañas que realizan. Los precios
temporalmente bajan como todo monopolio, hasta que se arruinen los pequeños
comerciantes. Son los viejos argumentos de ciudadanos que buscan el poder con
siniestros fines sin considerar que lo más importantes es la vida de la gente y
la vigencia de sus instituciones y empresas, y demuestra también que seguimos siendo tratados como simples animales
de laboratorio para que ensayen sus siniestras e improvisadas
teorías.
Los congresistas modifican la Constitución casi siempre para consumar sus
granjerías pero no en función del interés social, a pesar que no
fueron elegidos para eso y que tampoco son los ciudadanos calificados que
el caso lo demanda.
El
jefe del régimen conocido como el “de la corrupción” nos dijo que tendríamos la
mejor educación de América Latina y quien le sucedió agregó que le agradaría
ser recordado como el PRESIDENTE DE LA EDUCACIÓN y sin embargo aquí la
educación continúa siendo una cenicienta. Si los padres de familia no
tienen dinero sus hijos no van al colegio, ante la total indiferencia del
gobierno. Hay temporadas en que nuestras universidades estatales están a punto
de suspender las clases por falta de recursos y sin embargo se dice que
crecemos, que somos la envidia de la región y que es inminente nuestro
ingreso al primer mundo, lo cual es harto discutible y hasta falso pues de lo
que se trata es que hubo gobiernos que nos dejaron en el fondo del abismo
como el primero del señor García Pérez
y como de vez en cuando ascendemos
algunos centímetros se dice que crecemos cuando más bien deberían decir
que nos estamos recuperando. No hay que
olvidar que hace 60 años éramos los terceros en América latina solo después de Brasil y Argentina,
ahora estamos entre los últimos y al parecer apenas superamos a Colombia.
En el Perú, con el pretexto de libre información y libertad de prensa algunos
medios informativos continúan haciendo tabla rasa de la moral pública y las
buenas costumbres, atentando criminalmente
contra nuestros niños y jóvenes. Aquí la corrupción está
prácticamente oficializada porque los delitos que cometen nuestros malos
gobernantes prescriben con el tiempo. Mientras un humilde ciudadano va a la
cárcel varios años por hurtar minucias, de donde sale arruinado física y
moralmente y su familia termina destruida, un gobernante que hurta millones al Estado y
perjudica a toda la nación se fuga al extranjero, el asilo político lo
protege, el tiempo lo declara inocente y vuelve a postular, prueba inobjetable que Perú es un país donde abundan los
inocentes presos y los delincuentes libres por la discutible autonomía que goza
el Poder Judicial convertido hoy en la entidad pública más corrupta del
país y Perú también es un país donde
la política no es una fuente de servicios a la comunidad sino una
forma grotesca de hacer fortuna con el dinero del Estado.
ESTAS RAZONES VERDADES E INCONTRASTABLES DEMUESTRAN QUE PERÚ, nuestra
amada patria es un paciente que ve agravar su mal cotidianamente, a pesar
que tiene todo para sanarse y ser feliz a excepción de hijos buenos y
agradecidos. Pero estamos a tiempo de enrumbarlo por la senda del
progreso y bienestar para todos los peruanos y eso supone y
demanda con suprema urgencia una nueva Constitución.
UNA CONSTITUCIÓN QUE GARANTICE:
-Que los peruanos nacerán, vivirán y morirán con
dignidad.
-Que los derechos de todos los peruanos serán
respetados y que asegure que el Estado cumplirá su rol social.
Que exija requisitos muy especiales a los
candidatos a la función pública desde concejal hasta Presidente de la Nación,
como paso fundamental para implementar l a administración científica del
Estado.
Que todos los candidatos tendrán las mismas
facilidades para publicitarse.
Que obligue a los gobiernos salientes a rendir
cuentas claras a los entrantes y se imponga las más drásticas sanciones a
los que delincan en el ejercicio de la función pública.
Que la improvisación, incapacidad y deshonestidad
jamás tendrán cabida en la función pública.
Que la libertad, justicia y posibilidad de hacer
empresa esté al alcance de todos los peruanos.
Que el Estado se hará cargo de la educación
de todos los estudiantes pobres del país hasta capacitarlos
debidamente para el trabajo, y por supuesto que eso tendrá que
reglamentarse debidamente.
Que se apoyará permanentemente a las empresas
nacionales brindándoles de manera especial a las pequeñas ayuda técnica y
crediticia, asesoría permanente, búsqueda de mercados para sus productos y
fomento de la unión entre las mismas en pro de la ayuda mutua.
Que nos haga olvidar las precariedades de ayer y
hoy y que nos asegure que nunca más veremos
hombres disputando la basura con los perros , niños sin colegio o
durmiéndose en el aula por la desnutrición, sin lo necesario para
estudiar o pidiendo limosna en la calles, a nuestros jóvenes
abandonando el país en busca de trabajo. Que tampoco veremos
ancianos abandonados a su suerte y al borde del suicidio, a
nuestras niñas prostituyéndose, y la delincuencia, drogadicción e
inseguridad incrementándose.
Que nos permita cautelar y explotar nuestros
recursos naturales en las mejores condiciones y fundamentalmente preservando el
medio ambiento y protegiendo nuestra agricultura.
Que asegure una lucha frontal contra la
corrupción en todas sus manifestaciones y que se sancionará con la máxima
severidad y ejemplarmente a los funcionarios públicos que delincan,
incluso a los jueces corruptos y prevaricadores, quienes deberán ser inhabilitados
de por vida para desempeñarse en la función pública.
Que todos seremos iguales ante la ley y que se
eliminará toda inmunidad en los ciudadanos y la autonomía en las
entidades públicas sin excepción alguna.
Solo así tendremos una Constitución que nos
garantice que ha llegado el momento de construir una patria próspera,
respetable y segura , aquella que soñaron Grau y Bolognesi y
por la que gustosos ofrendaron sus preciadas vidas.
La nueva Carta Magna debe ser singular y no una réplica de las anteriores
y por eso el Proyecto de la misma debe ser obra de
profesionales de indiscutible valía y patriotas pero no de congresistas
partidarizados. Los delegados para la Asamblea Constituyente serán
elegidos por votación universal en todos los colegios profesionales
del país quienes tendrán la responsabilidad de elaborar el respectivo
Proyecto, que llevado a referendum se convertirá en la mejor
Constitución de nuestra historia e instrumento muy valioso y efectivo
para concretar el desarrollo nacional y el bienestar real y permanente de
todos los peruanos de hoy y siempre.
PRESIDENTE DEL PERÚ DENEGÓ INDULTO A FUJIMORI
Es lamentable la negativa del Presidente Humala a la solicitud de indulto para el ex presidente Fujimori.. Es dificil comprender de qué tendencia pueden ser sus
asesores. Parece obra de sus enemigos porque solo ellos pueden estar
interesados en su desprestigio personal y en el fracaso de su gobierno.
Ojalá me equivoque pero creo que de aquí en adelante bajará
ostensiblemente la aprobaciób ciudadanam a su gestión. El presidente
no ha tomado en cuenta que Fujimori cayó en desgracia por servir al
interés social, que la mayoría ciudadana estaba a favor del
indulto, que los jueces actuaron por puro protagonismo y que Fujimorí no
cometió delito de lesa humaniudad pues solo se trató de excesos que se
dan en toda guerra.
POLICLINICO
SAN MARTIN DE PORRES
Av.Tarapacá 327 Rimac-Lima-Perú
Telfs 4818134 y 991868673.
Director Dr Miguel Campos Arredondo
MEDICINA -- ODONTOLOGIA
DENTADURAS Y REPARACIONES INMEDIATAS
ANALISIS
CLINICOS- ENFERMERIA
(A personas de escasos recursos y ancianos atención gratuita)
HORARIO LUNES A
SÁBADO DE 9 A 1 Y DE 5 A 9PM.
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