EDICIÓN 098
Lima-Perú, 8 de abril, del 2021
El próximo domingo 11 de abril los peruanos volveremos a las ánforas, a dar nuestra confianza al peruano que pensamos hará posible el desarrollo nacional y el bienestar real y permanente de todos los peruanos.
Esta vez, como nunca en nuestra historia, nuestra responsabilidad será gigante porque seguimos afligidos por una pandemia cruel que no tiene cuando acabar y más aún SI NUESTRAS AUTORIDADES HASTA HOY HAN DEMOSTRADO TEMERARIA MOROSIDAD Y NEGLIGENCIA PUNIBLE EN AFRONTARLA.
Esta edición especial publicamos para que la ciudadanía nacional a la que guardamos profundo respeto, sepa las razones por las que el PAN ha tomado la decisión de apoyar al ingeniero Rafael López Aliaga, como candidato a la presidencia de la República por el partido RENOVACIÓN POPULAR.
HACIA UNA VERDADERA REVOLUCIÓN.
No hay que tolerar indiferentes que nuestros niños y jóvenes vean a sus centros de estudio como cárceles o camisas de fuerza, porque en inmensa mayoría van a clases sin una buena alimentación y todo el material educativo necesario, con su salud quebrantada o en riesgo, huérfanos de la comprensión de padres y maestros y sin el entusiasmo e interés debidos por el estudio, tal como ocurre en las naciones más prósperas, libres y poderosas de la tierra.
PRENSA PERUANA GENERADORA DE SUBDESARROLLO Y MISERIA
Abordar este asunto constituye para mí una obligación moral, a la que no puedo ni debo renunciar, porque está de por medio el Perú, sus moradores y el destino de las futuras generaciones. En consecuencia, respondo complacido al llamado imperativo de mi conciencia sin contar para mí, en modo alguno, las naturales máculas que pudiera infringirme ese poder que en el Perú es casi omnímodo: la prensa.
SÍ, aquella que según don Luis Miro Quezada puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios. La misma con la que hasta donde recuerdo, los políticos peruanos "de éxito" siempre evitaron colisionar por temor a perder vigencia o a volver a ser los desocupados y desafortunados de antes. Por supuesto que para ellos la política no es la práctica de servicio a la colectividad sino la forma más fácil de vivir cómodamente a costa del dinero del Estado. No les Interesa por tanto si les dicen afeminados, farsantes o ladrones, no, lo importante para ellos es hacer noticia, providencial receta que en el Perú al gusano le convierte en águila.
Quiero dejar constancia que si hasta hoy hice política y me esmeré en
llegar al gobierno, fue porque anhelaba posibilitar un verdadero y positivo
cambio social en el Perú; pues me resultaba y aún resulta por demás incómodo y
hasta vergonzoso habitar un país que en contraste con su pródiga geografía,
para subsistir apela de continuo a la ayuda externa.
Sufrir de niño en carne propia la problemática de las mayorías y de
adulto las maquinaciones que efectúan los grupos de poder para aplastar las
aspiraciones populares con el infaltable e infalible auxilio de la prensa, me
ha dado la experiencia y autoridad moral suficiente para opinar, y por lo mismo
dispuesto estaré siempre a demostrar la veracidad de mis afirmaciones ante
cualquier persona o institución y en cualquier lugar y circunstancia. No hay en
mi resentimiento alguno por no haber logrado algo personal, aunque sí lamento
no haber podido servir a mi país, por las barreras infranqueables que a los
candidatos de extracción popular se impone en los procesos electorales, en los
que lamentablemente la prensa privada por su gran cobertura juega rol
fundamental. El desempeño de los profesionales de la pluma para los ciudadanos
que en política tienen la calidad de principiantes, constituye un desengaño,
pero eso tiene su explicación según lo podremos ver más adelante.
Las entrevistas a gobiernistas y opositores solventes son harto
publicitadas, preparadas, extensas, debidamente editadas y por supuesto
"muy exitosas" para el entrevistado a quien se le hace aparecer como
galán de película, un personaje virtuoso a ultranza; mientras las que se
concede a los que no abonan son breves, cortantes, irrespetuosas, tontas y si
se trata de medios de comunicación escritos casi nunca se publica, y en caso de
que ocurra no pasan de ser menciones ridiculizantes e insípidos cumplidos para
justificar un supuesto pluralismo.
Cada proceso electoral para los propietarios de la mayoría de los
medios de comunicación privados considerados grandes, constituye una brillante
oportunidad para incrementar su patrimonio personal, sin contar para nada si
publicitan a conservadores, demagogos, o ciudadanos con malos antecedentes.
Mortifica por eso seguir viendo al Perú en el consenso Internacional,
convertido en una mixtura de paria y mendigo, dirigido por compatriotas
elegidos en cumplimiento de una legislación redactada por los grupos de poder
económico y paradójicamente ungidos por el voto popular. Casi siempre recién
cuando están en el poder nos enteramos de su dudosa reputación y que son
huérfanos de las cualidades que el cargo les exige, lo cual constituye una
abismal diferencia con los ciudadanos que han forjado el avance de las naciones
más poderosas de la tierra. Nuestros elegidos, como ya es vieja costumbre aquí,
no responden luego a la confianza ciudadana, significando un lustro perdido
más.
En las últimas décadas, por la vida agitada que llevamos y porque la
pobreza es el común denominador de la mayoría de peruanos a consecuencia de las
infelices políticas económicas Implementadas por nuestros gobernantes, apelamos
fundamentalmente a los medios de comunicación como fuente Informativa, de allí
la trascendental labor y gran responsabilidad que tiene la prensa.
Si esta dice que Fulano es sabio, lo es. Que Zutano es ladrón, lo es;
que aquel es homosexual, lo es. Si dice que tenemos uno de los mejores
presidentes del mundo y que merece la reelección, que nuestra situación
económica es tan sólida al extremo que no necesitamos ayuda externa, que
estamos a punto de tener la mejor educación de América Latina, que hay que privatizar
nuestras empresas públicas porque el Estado es mal administrador, que hay que
dar la explotación de nuestros recursos naturales a los inversionistas
extranjeros, que la pobreza no justifica la violencia; lamentablemente la
mayoría de nuestra población lo toma como cierto.
¿Pero cuál es la verdad?, ¿Merece la prensa respeto y confianza de la
colectividad?. Particularmente considero muy discutible, porque los medios de
comunicación particulares como cualquier empresa privada, solo obedecen al
Interés de sus dueños y clientes, mientras que los estatales al de los Jerarcas
de turno. Así de claro. En el caso de los primeros resulta natural aunque
decepcionante, porque su participación en los procesos electorales hasta hoy ha
resultado decisiva, pero hay que entenderla, con más razón ahora cuando la
crisis económica afecta a todas las empresas del país.
Pero lo que resulta oficialmente perjudicial para todos los peruanos y
constituye un golpe mortal contra nuestra insipiente democracia y
específicamente contra la libre información es cuando el Estado se convierte en
cliente de los medios de comunicación particulares, vía contratos de
publicidad. En ese caso los rotativos se ven obligados a corresponder el favor
recibido, realizando una oprobiosa deformación de imagen a favor de los
gobernantes, desinformando y engañando a la población nacional e Internacional.
En nuestro caso, como lamentablemente el nivel promedio cultural es el
primario, fácilmente se nos engatusa y el precio que pagamos es demasiado caro,
y el daño a veces Irreparable; como ocurre ahora con nuestra deuda externa que
con el transcurrir del tiempo, al no abordarse con la seriedad debida en los
medios informativos, hoy es casi impagable.
Precisamente por haber tenido en el gobierno del país a los favoritos
de la prensa, y en el colmo de la desdicha personajes de dudosa reputación,
somos un país subdesarrollado, dependiente, endeudado, limosnero internacional
y hasta mal pagador. A parte de eso, la mayoría de gente en edad de trabajar
está desocupada, niños y jóvenes se quedan sin educación, la miseria campea por
doquier al consuno de la mendicidad, prostitución, drogadicción, y otros
lastres. Y todo ante la indignante indiferencia de nuestros inmerecidos
gobernantes y representantes.
Para la democracia, la libertad de expresión constituye un instrumento
indispensable, de allí que con más razón los medios informativos deben
expresarse con absoluta libertad y sin temor a mordaza alguna; lo cual no se da
cuando existe un contrato comercial con el gobierno, de por medio.
Es un hecho incuestionable que las elecciones políticas en el Perú son
plutocráticas y no democráticas, porque aquí el dinero decide los resultados.
No pueden ser democráticos los eventos electorales desiguales y turbios, como
los peruanos estamos acostumbrados a tolerar, en los que se privilegia a los
pudientes y aplasta y avasalla a los humildes.
Si bien cada cinco años vamos a las ánforas esperanzados en elegir a
nuestros mejores representantes, pronto constatamos que elegimos a nuestros
asaltantes y verdugos, porque hasta hoy aquel fue el triste papel que
desempeñaron los ciudadanos que fueron como ahora, inmerecidamente honrados con
la confianza ciudadana. En vez de servidores son detractores de la comunidad y
a despecho de ideologías, principios y programas. El cuadro se complica con el trabajo
sistemático y discutible que realizan las autoridades electorales sumisas al
gobierno, por temor a perder sus puestos de trabajo; las nefastas "encuestadoras",
los grandes empresarios e instituciones que supuestamente velan por la
"transparencia”.
Eso motiva que las minorías pudientes coludidas con algunos
ciudadanos, que son la versión moderna de Filipillo, el indio que colaboró con
los conquistadores españoles en detrimento de nuestra raza; casi siempre sean
los únicos que llegan al poder.
Por eso estamos así, catalogados como un país tercermundista;
lamentable e Injusta situación que persistirá mientras también subsistan las
arguciosas normas redactadas por los representantes del poder económico, que en
todo tiempo se ingenió para enquistarse tanto en el gobierno como en el
parlamento nacional.
Cada cinco o cuatro años en cada proceso electoral se "endulza” y entretiene a los
desocupados con la ilusión de llegar a un puesto o cargo público importante
donde pueden amasar fortuna, la cual se desmantela cuando constatan que -como
siempre- sólo fueron utilizados, y consecuentemente su vía crucis continúa.
Por supuesto que a los ganadores no les remuerde la conciencia porque
triunfan cumpliendo "normas constitucionales", ¡claro que harto
discutibles!, y hasta con leyes y decretos que les permite consumar sus
tropelías e incluso lograr impunidad.
No resulta extraño por supuesto que en el Perú, las empresas de
telecomunicaciones, mineras y banqueras son las favoritas de todos los
gobiernos de turno, incluso del presente. Y eso ocurre porque los dirigentes de
las mismas para conservar o lograr inmerecidos privilegios, apoyan las campañas
electorales o se suben al coche triunfalista. Precisamente el Señor Schultz
Landazuri, posiblemente merced a siniestras influencias acaba de ser liberado
en Argentina y seguramente ocurrirá lo mismo aquí a pesar que estuvo seriamente
comprometido con el gobierno de la corrupción, apareciendo en un video
recibiendo dinero de manos del señor Vladimiro Montesinos.
Actualmente, mientras se debate la ley de telecomunicaciones en el
Congreso de la República, el Ministro del ramo ha declarado que no se tratará
sobre el contenido de los programas, lo cual supone que la televisión seguirá
teniendo carta blanca para continuar degenerando a nuestros niños y jóvenes.
Muestras de tal nociva influencia es que en los últimos años, se triplicó el
número de niñas que salieron embarazadas, se han Incrementado la prostitución,
violencia y la delincuencia común. Por culpa de cierta prensa hoy vivimos en el
Perú un estado similar a los tiempos de Sodoma y Gomorra, ante la complicidad y
silencio abominable de nuestros gobernantes y representantes, en mala hora inmerecidamente
bautizados como los "padres de la patria".
Así intoxican al país los que han hecho un negocio de la noticia. Y
para colmo, en momentos en que se debate la nueva ley de comunicaciones un
magnate de las mismas acaba de plantear en el Congreso de la República, que la
prensa pueda pagar sus impuestos con avisaje. A pesar que aquella desinforma,
aliena y corrompe, especialmente a los niños y jóvenes, los peruanos todavía
tendremos que pagarle.
Con los medios informativos nadie quiere discrepar, porque si lo hacen
"se queman" y no llegarán lejos. Por puro y execrable interés
personal los tratan con guantes de seda y extrema pleitesía, no se arriesgan al
chantaje, ridículo, calumnia y a lo que es peor; la Indiferencia de los mismos.
No les preocupa su dignidad, porque para ellos lo más Importante es hacer
noticia. Los gobiernistas viven felices, despreocupados, porque tienen una
prensa privada cautiva por obra y gracia de los contratos de publicidad estatal
o por los injustos, innecesarios y hasta perjudiciales canjes. Y todo esto a
pesar que el Estado cuenta con medios de comunicación propios.
El favoritismo de un régimen a favor de los medios informativos llegó
al extremo cuando durante el gobierno del señor Alberto Fujimori se dio una ley
que les amparaba para no revelar su fuente informativa, con lo cual se
oficializaba la impunidad en nombre de una muy discutible libertad de
expresión. Fue un cheque en blanco para que con fines inconfesables pudiera
hacerse escarnio de la dignidad de las personas, tal como nos ocurrió a muchos
peruanos en esa infausta temporada.
Invariablemente los aludidos canjes favorecen a los indolentes
gobernantes de turno, porque cuentan con una prensa sumisa y complaciente en la
cual pueden justificar sus aberraciones y mantener siempre en alto su imagen
aunque atenten contra los intereses colectivos. Precisamente durante el
gobierno de Alberto Fujimori el Perú pudo lograr la condonación de gran parte
de su deuda externa conforme lo hicieron otros países tercermundistas, pero tal
beneficio no pudimos conseguir porque la prensa hacía creer al mundo que
vivíamos en una especie de paraíso y con un presidente de tipo
"exportación".
Esa prensa sumisa y timorata, está comprometida a no discrepar con el
régimen por el riesgo de ver rescindidos sus contratos de publicidad. No es la prensa privada
realista, imparcial e independiente que la colectividad cree y la democracia
demanda, sino el acólito servil y obsecuente de falsos sacerdotes que lucran
con los dineros públicos, en tanto se desatiende a la población. Además, con
tales e injustos privilegios el Estado se perjudica con millonarias pérdidas de
dinero, el mismo que bien puede destinarse a obras sociales.
Tal negativo e incómodo papel desempeña la prensa nacional, posiblemente por la recesión y escasa demanda de clientes, que es el riesgo cotidiano al que están expuestas el común de las empresas peruanas, al fallar los siniestros experimentos que hacen nuestros improvisadores gobernantes de tumo. Pero los grandes empresarios, entre ellos los de las comunicaciones, deben tener en cuenta que el desgobierno y la crisis no solo a ellos afectan sino a todos los empresarios del país y por tanto es urgente y justo la dación de medidas integrales que beneficien a todos los empresarios sin discriminación alguna.
En las actuales condiciones, la conducta de la prensa, especialmente de la más grande, es precursora de miseria, subdesarrollo y dependencia. Por eso he llegado a la conclusión que una medida saludable para todos los peruanos y para apuntalar definitivamente el desarrollo nacional, sería que los medios de comunicación privados no deben suscribir contratos publicitarios con el Estado, tanto porque éste cuenta con los propios, como porque de esa manera tendremos una prensa libre y nuestra población estará permanentemente bien informada.
La suerte del país debe cambiar ya, y en tal sentido a la prensa
privada le corresponde un rol singular en la denuncia de las crasas injusticias
que se
dan
aquí. No es justo por ejemplo, que hasta en las cárceles son favorecidos los
pudientes, mientras que a los débiles se aplica "todo el peso de la ley*. Cuando los
pequeños empresarios no tienen dinero para pagar sus deudas y tributos se les
enjuicia, embarga y arruina, si optan por hospitalizarse se les deniega el ingreso
o saca a punta pies como ya ocurrió algunas veces. Si los padres de los niños
pobres no tienen dinero para enviarlos al colegio, al Estado no le importa,
actitud irresponsable, insensible y antipatriota que contrasta con la de los
mandatarios de las naciones realmente democráticas. El peruano que se enferma y
no cuenta con dinero, se muere y así por el estilo abundan pruebas
de la desidia de nuestros gobernantes, por lo cual es urgente una prensa
realmente independiente.
Precisamente hace poco el célebre deportista Armando Maradona afirmó
que nuestro presidente en vez de preocuparse por la Bolsa de Valores, debe atender a
la gente humilde. "Si no lo hace es un mentiroso", acotó.
Ni siquiera podemos confiar en nuestros congresistas, a pesar de su función fiscalizadora,
por dos razones: cuando la mayoría es gobiernista no hace más que coludirse con
el régimen para justificar sus tropelías y si no lo es se concretan
"acuerdos" se dice "en salvaguarda de la democracia", pero
tales tratos se hacen al parecer solo para asegurarse el mayor tiempo posible
el exorbitante e inmerecido sueldo que perciben por desempeñar el denigrante
papel de frenos rentados del país.
Cuando de fondos
económicos se trata, nuestros gobernantes optan sin vacilaciones por apelar al
extranjero, actitud facilista e irresponsable; desoyendo incluso las
recomendaciones de las autoridades mundiales de la economía, como los líderes
del FMI y Banco Mundial. A ello se adiciona las ciegas cargas tributarias que
imponen a las empresas y ciudadanía en general y el remate sistemático del
patrimonio nacional; lo cual evidencia también su incapacidad y orfandad de
patriotismo. Los préstamos foráneos incrementan nuestra ya impagable deuda externa
lo cual no se justifica en un país pródigo en recursos naturales y dueño de un
pasado grandioso y ejemplar en su condición de heredero del Imperio de los Incas.
Gobiernan de manera tan improvisada, anticuada e irregular que ni siquiera
pueden eliminar el déficit fiscal y apelan desvergonzadamente a la filantropía
internacional, sin tener en cuenta que tales donativos se convierten en
instrumentos de dominación. Para ellos lo más importante es tener dinero para
el enriquecimiento ilícito, en especial del presidente, su entorno, congresistas
cómplices y una burocracia servil, obsecuente y antisocial. Así desgobierna y
arruina al país la élite pudiente que por obra y gracia del dinero llegó al poder durante casi toda nuestra
vida republicana, y lamentablemente con el infaltable apoyo de la prensa
privada.
He llegado a creer que hasta los semi analfabetos gobernarían mejor,
porque al menos estarían guiados por el sentido común y motivados por el afecto
a sus hermanos de infortunio, que son la inmensa mayoría, sentimiento del cual
casi siempre carecieron los ciudadanos que hasta hoy manejaron las riendas del
poder.
A pesar de la efectiva labor social que desempeñan, de las empresas en
general no se preocupan, salvo las odiosas excepciones que hacen a favor de las grandes; a
pesar que generan monopolios y arruinan a las pequeñas. Soslayan a estas últimas, a pesar
que son las principales generadoras de puestos de trabajo, estar integradas y
dirigidas por peruanos y ser duro espinazo de la economía nacional. A ellas, en
vez de concederles el respaldo e incentivos que merecen, como se acostumbra en
las naciones más prosperas y desarrolladas del mundo; se las pone una serie de
barreras que pareciera que hubiera la intención de arruinarlas. El gobierno no
les otorga créditos, ayuda técnica, asesoramiento ni busca mercados para sus
productos, pero si las atormenta con duras cargas como altos pagos por concepto
de licencia, y lo que resulta lapidario, abusivas tarifas de productos y
servicios esenciales, habiéndose llegado al extremo de establecer una injusta
diferencia entre el consumo residencial y empresarial, tal como ocurre con el
agua, luz y teléfonos, que al incrementar los costos de producción les impide
ser competitivas.
Se las clausura y
embarga sin mayor trámite, cuando por falta de ingresos no pagan sus impuestos.
La SUNAT, ese ogro temible, al que se le ha dado también el papel de cajero de
continuo hace público el remate de los bienes confiscados a los pequeños
empresarios, sin importarles para nada que la gente pierda su fuente de trabajo
y se queda en la calle.
Pero ante tales abusos y abominable discriminación, casi siempre la prensa nacional guarda
silencio; lo cual también demuestra su negativo rol y complicidad en nuestro
subdesarrollo, pobreza y dependencia.
Por eso considero que es urgente romper el cordón umbilical que une a la prensa particular y
el gobierno, y el modo efectivo de lograrlo es evitando la concesión de
contratos publicitarios entre ambos. Además al gobierno no le hace falta los
medios de comunicación particulares porque cuenta con los propios y si estos no
tienen la capacidad necesaria hay que repotenciarlos de inmediato, en favor del
interés nacional. Sólo de esa forma podríamos contar con una prensa privada
respetable y habría de nuestros gobernantes una imagen real tanto interna como
externa y no la trastocada y falsa que la prensa muestra.
A los peruanos consta el rol de la prensa privada en el subdesarrollo
del país, la cual para quedar bien con el gobierno llegó a suspender programas
independientes y aleccionadores como los dirigidos por el periodista César
Hildebrandt, lo cual demuestra la forma vergonzosa y obsecuente con que los
propietarios de tales medios pagan los favores de los gobiernos de turno.
Debo aclarar que no estoy contra la libre empresa, por el contrario la respaldo, consiente que
es la pionera del desarrollo y la prosperidad de los pueblos, pero discrepo
del parasitismo estatal que practican algunas, actitud facilista que quita
méritos a la misma y desangra innecesariamente a la caja fiscal. El Perú debe
dejar de ser un país de privilegios. Las empresas deben subsistir, sí; pero
todas deben trabajar en las mismas condiciones. Es una crasa Injusticia, que
mientras los directivos de la mayoría de aquellas tienen que hacer malabares y
hasta esperar milagros para sobrevivir y cumplir sus obligaciones, otras se
arriman prestamente al Estado para vivir del dinero de todos los peruanos, y
lo que es peor e indignante, para servir de voceros y asesores de imagen a
ciudadanos que hunden al país.
Y por si hubiera duda
sobre mis afirmaciones, yo les invito a poner atención en la TV, diarios y emisoras
radiales más prestigiosos. Seguramente en todos aquellos ustedes encontrarán un
avisaje del gobierno y posiblemente innecesario. Así pues mantenernos los
peruanos a ciertos medios de prensa.
Y
para terminar, formulo una patriótica sugerencia
basada en mi experiencia personal, al haber sido víctima de la prensa privada
cuando por puro mercantilismo sirvió sin reparos a la dictadura fujimontesinista en el proceso electoral de
1995 y porque me preocupa enormemente el futuro del país.
Considero conveniente para el interés nacional, que las propagandas
electorales sólo se hagan en los medios de comunicación estatales, tal como se hace en algunas
naciones desarrolladas, otorgándose a todas las agrupaciones políticas
iguales espacios y tiempos suficientes para publicitar a sus candidatos y
programas de gobierno, y prohibiéndose todo tipo de propaganda electoral en
los medios de comunicación particulares.
La saludable consecuencia seria que los peruanos estaríamos gobernados
por nuestros mejores compatriotas, ciudadanos honorables y ejemplares, tal como
fueron los que hicieron realidad el desarrollo y bienestar de las naciones más
poderosas de la tierra. Sólo entonces el desarrollo nacional y bienestar
permanente de todos los peruanos será una hermosa realidad.
ELPAN RESPALDA A LOPEZ ALIAGA DE RENOVACIÓN POPULAR
A LA OPINIÓN
PÚBLICA
PERUANA
El Partido Avanzada Nacional
(PAN), que desde su fundación en 1979, se ha preocupado por el Perú, según
consta en la obra LA HISTORIA SE REPITE; ante el advenimiento de las próximas
elecciones generales, expresa:
PRIMERO. -En las últimas décadas los problemas del país se
agravaron por la llegada al gobierno central, parlamento, municipios y gobiernos
regionales y con mucho dinero, ciudadanos de dudosa reputación e incompetentes,
favorecidos por una discutible ley electoral; quienes se dedicaron a lucrar,
defender los intereses de sus financiadores de campañas y haciendo
concesiones indebidas a ciertos grupos de poder e impidiendo que el Estado
cumpla su función social. Todo esto se manifiesta por la temeraria desatención de la educación, salud, justicia y seguridad
y aparte de eso se ha desprotegido a
nuestras pequeñas empresas a pesar que son las más importantes fuentes de
trabajo permanente, aportes al Estado y divisas, tal como ocurre en las naciones
libres y más desarrolladas del mundo, propiciando su ruina, y del tercer lugar
que ocupábamos en América del Sur en los albores del pasado siglo, hoy figuramos
entre los últimos y con una corrupción incontenible, donde se practica el
populismo que riega el mundo de parásitos sociales, porque no hemos llevado al
gobierno ciudadanos experimentados, justos y patriotas.
SEGUNDO - En Perú no existe independencia
de poderes porque el gobierno central y parlamento se afanan por “capturar” el
Ministerio Público, Poder Judicial y otras instituciones como el Jurado Nacional de Elecciones, Defensoría del
Pueblo, Controlaría General de la República etc. para consumar sus tropelías y favorecer la corrupción. Por eso tenemos
una justicia politizada, resultados electorales que desafinan con la voluntad
ciudadana, autoridades atesorando con el dinero del Estado con exorbitantes
sueldos que ellos mismos se fijan, influencias y la coima, mientras la
población está mayormente empobrecida e indefensa como en la actual pandemia y nuestra
soberanía en riesgo. A pesar que el Estado cuenta con sus propios
medios de comunicación donde se puede publicitar por igual a todos los
candidatos para que los resultados electorales sean el fiel reflejo de la
voluntad ciudadana, se permite la participación de la prensa privada que al
realizar costosas y masivas propagandas de sus clientes candidatos hacen que
resulten elegidos ciudadanos discutibles y carentes de principios y valores,
y hasta enemigos de nuestro sistema de la libertad y la libre empresa, de
quienes esperar labor social es utopía.
TERCERO.- Para que mejore nuestra suerte es urgente cambiar o
modificar de inmediato la Constitución y Ley Electoral vigentes, lo cual ahora
y por única vez debe encomendarse a
representantes de todos los colegios profesionales, porque cuando lo hicieron
las Asambleas constituyentes, Congreso de la República o algunos gobiernos, que
“llegaron” con dinero de los grupos de poder, no sirvieron para cautelar los
intereses de la patria ni de la mayoría de nuestra población.
CUARTO.- Ya es hora de dar
de baja a quienes arruinaron el país por desconocimiento o con ideologías obsoletas y utópicas, y de
afrontar nuestros problemas en forma científica, seria y patriótica y que
nuestra caja fiscal tenga permanentemente fondos para que el Estado cumpla su función social y
de ejercerse la política para servir a la gente y no para
enriquecerse con el dinero del Estado, lo cual solo será posible cuando en el gobierno
central, municipios y gobiernos regionales tengamos ciudadanos experimentados,
justos y patriotas.
QUINTO . El PAN ve con simpatía y esperanza de cambio la candidatura
presidencial del ciudadano RAFAEL LÓPEZ ALIAGA, un hombre que salió de abajo,
cosechó los frutos de una educación integral para el trabajo, hizo empresas, dio
trabajo a mucha gente y hoy pone su experiencia y capacidad gerencial al servicio del país; quien por haber anunciado una frontal lucha
contra la corrupción y los grupos de poder que atentan contra la ciudadanía, hoy
es víctima de un campaña desleal en los más importantes medios de comunicación
del país.
POR LO EXPUESTO:
El PAN, acuerda: RESPALDAR AL INGENIERO
RAFAEL LÓPEZ ALIAGA EN SU POSTULACIÓN A LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA POR EL
PARTIDO RENOVACIÓN POPULAR y con tal fin invita y convoca respetuosamente a
nuestros militantes y simpatizantes que en el pasado nos honraron con su
confianza cuando quisimos hacer patria con la REVOLUCION EDUCATIVA, CIENTÍFICA
Y TECNOLÓGICA. ¡VIVA EL PERÜ!
ALDO VELIZ DORIA, Sec. General MIGUEL CAMPOS ARREDONDO, fundador
Lima, 2 de abril, del 2021.
PAN
Lo bueno se aprende e imita y con mayor razón si es para bien de toda una nación. La historia de la humanidad está colmada de lecciones hermosas y positivas que los peruanos hasta el presente no hemos aprovechado, porque siempre prevalecieron los siniestros intereses de nuestros gobernantes y representantes. Por eso el Perú va hoy del tercer al cuarto mundo sin esperanza alguna a la vista, si no tomamos a tiempo las medidas correctivas.
Las naciones más desarrolladas del mundo, siempre fueron gobernadas
por ciudadanos capaces, honorables y patriotas, regidos por constituciones
perdurables, con artículos que permiten a los ciudadanos de extracción popular
llegar al poder, que es el fundamento principal de una auténtica democracia.
Aquellos resultaron constituyéndose en los principales pioneros del progreso.
La Constitución de los Estados Unidos, por ejemplo, tiene más de 200 años. Fue redactada por hombres capaces, honorables y patriotas como Thomas Jefferson; teniendo solo en cuenta el interés nacional. Si
esos hombres virtuosos en ese entonces
no hubieran estado en el poder, hoy hablaríamos de una nación pobre,
subdesarrollada, saqueada, endeudada e integrada mayormente por seres humanos infelices como
ocurre hoy en el Perú. Suerte impía que no la merecemos porque contamos con una
pródiga geografía y los mejores climas del mundo
Aquí fallaron los gobernantes. Leer nuestra historia avergüenza,
irrita y desengaña. Hemos tenido catorce Constituciones, porque casi siempre
los gobernantes, huérfanos de patriotismo, hicieron una a su medida para
lucrar, eternizarse en el poder y evitar que el Estado cumpliera su rol social.
Se incluyó dispositivos que impidieron el triunfo de los movimientos populares
progresistas, imponiéndonos una "institucionalidad" y "estado
del derecho' oprobiosos, para tener a la ciudadanía sojuzgada como ahora e
impotente para hacerse respetar y al país estancado. Personajes
conocidos como "demócratas" sólo fueron ciudadanos respetables que a
su estilo también avasallaron a la ciudadanía y soslayaron sus crónicos
problemas como: educación, salud, justicia y seguridad. En cuanta conflagración
bélica hemos participado casi siempre nos tocó la humillación y la vergüenza,
salvo honrosas actitudes de heroísmo como las de Grau y Bolognesi. Todos los
países vecinos al nuestro se han adueñado de gran parte de nuestro territorio como
posiblemente en el presente, con extraña sutileza continúan haciéndolo, por la
torpeza o ingenuidad de nuestros mandatarios.
Hoy, en vez de ser un país próspero, habitado por seres humanos felices, que debe ser la aspiración de todo buen gobernante, somos un país quebrado económica y moralmente; poblado abrumadoramente por pobres y mendigos cuyo número se incrementa cotidianamente. Es tanta la desconfianza e inseguridad que generan nuestros gobiernos, que los empresarios temen poner en planilla a sus trabajadores. La mayoría de peruanos en edad de trabajar carecen de ocupación o está subempleada, sólo uno de diez peruanos que trabajan cuenta con un seguro, grave problema que no preocupa a nuestros gobernantes y representantes, a pesar que el primer artículo de nuestra constitución expresa que es la persona humana el fin supremo del Estado.
Vivimos tal frustración que consideramos natural que la miseria y la
desesperación se ensañen con nosotros cotidianamente, lo cual es inexplicable,
injusto e inhumano. En las naciones desarrolladas la gente disfruta porque
trabaja, el gobierno se preocupa por la educación, salud y la seguridad no solo
de los nacionales sino también de los extranjeros. Aquí eso solo será posible
con una nueva Constitución y nueva gente en el gobierno que proteja los derechos de todos nuestros mejores
ciudadanos.
Por la permanente
crisis económica en que vivimos la población busca depender del Estado; los
empresarios como clientes y los desocupados y mal pagados como empleados, lo
cual es contraproducente porque se hace política para el lucro personal, para
subsistir, pero no para servir al país. En las elecciones generales,
municipales y últimamente regionales, en vez de gobernantes y representantes,
elegimos mayormente asaltantes. Mientras en las naciones desarrolladas la gente
mayormente se despreocupa de la política y el voto es voluntario, aquí se nos
obliga a votar para justificar los pírricos triunfos de inmerecidos
representantes, porque las campañas electorales son desiguales, porque todos
los candidatos no cuentan con las mismas facilidades para publicitarse y la
ciudadanía no puede votar por los que no conoce. A los "
"elegidos", de cualquier calaña que sean, tenemos que respetarlos y
soportarlos durante varios años, aunque perjudiquen al país, porque gozan de
Inmerecidos privilegios, amparados en una siempre discutible Constitución.
Aquí nadie fiscaliza.
El Congreso, la Institución fiscalizadora por excelencia no cumple su función y
casi siempre se limita a ser cómplice de los gobiernos de turno con más razón
si la mayoría es gobiernista y de no ser así se concretan "acuerdos
multipartidarios", se dice para salvar la "democracia", pero en
la práctica sirven para compartir "honores", ocultar errores y
delitos, y fijarse sueldos exorbitantes en cualquier temporada y con cualquier
pretexto. La Contraloría General de la República, siempre está a cargo de
amigos del Presidente. La prensa, salvo muy contadas y honrosas excepciones,
permanece cautiva del gobierno merced a los contratos de publicidad estatal o
porque pertenece a los amigos del régimen. En ambos casos se atenta contra la
libertad de expresión. La ciudadanía está mal informada, no tiene voz porque
carece de los medios económicos necesarios para hacerse escuchar.
Se paga sueldos exorbitantes a los depredadores del país, gobiernistas
y congresistas, y una limosna a la gente valiosa y productiva. El trabajador
más simple del Congreso de la República gana más que un Rector de Universidad.
Precisamente las pasadas navidades cada congresista y "alto
funcionario" recibió un promedio de 75 000 nuevos soles mientras que cada
profesor solo doscientos.
Se desprotege irresponsablemente a la empresa privada nacional a pesar
que es la más importante fuente de puestos de trabajo permanente, aportes al
estado y sanas divisas. Los ingresos del Estado provienen fundamentalmente de
los préstamos internacionales y del alza del precio de la gasolina y servicios
esenciales, lo cual atenta rudamente contra la economía popular, mientras que
en las naciones desarrolladas provienen de los impuestos que puntualmente pagan
las empresas al disfrutar de estabilidad política, económica, social y
jurídica, y porque cuentan con el respaldo permanente y efectivo de sus
gobiernos. Se perjudica a las empresas nacionales de diversas formas. Fuertes
cobros por licencia de funcionamiento y altas tarifas de servicios esenciales,
haciéndose una odiosa e injusta diferencia entre el consumo residencial y
empresarial, subestimándose que mientras que una residencia puede funcionar un
artefacto para la distracción y el lujo en una empresa genera trabajo,
producción y desarrollo. Aparte de eso demanda de coimas tanto por parte de los
funcionarios del gobierno central como de los municipios, lo cual eleva costos
y las impide competir con los productos extranjeros. Se tolera el contrabando,
favorece a monopolios y permite la competencia desleal de los productos
foráneos. No se brinda asesoría, ayuda técnica y crediticia, ni busca mercados
para los productos nacionales. Las únicas que preocupan a los gobiernos son las
que financian las campañas electorales, y las de los amigos del régimen. Se les
favorece con las obras públicas y otros servicios. También se apoya a las
transnacionales con las cuales se concreta dudosos acuerdos, concediéndoles
inmerecidos privilegios, incluso el de no pagar impuestos. A las grandes empresas, que tienen fervorosos
defensores en el Congreso, se les permite incluso pagar impuestos mediante
innecesarios canjes, pero a las pequeñas, si no tienen dinero, se enjuicia,
embarga y arruina ante el cómplice silencio de los que dicen ser, "representantes
del pueblo".
Nuestros gobernantes y representantes al Congreso no son ciudadanos
debidamente seleccionados y calificados que el desarrollo demanda con suprema
urgencia. No se les exige documentos que acrediten que son personas capaces,
honorables y patriotas. Ni la Constitución ni la Ley Electoral demandan
requisitos especiales a los candidatos y a pesar de eso los congresistas se
hacen llamar los "Padres de la Patria". Salvo honrosas y muy contadas
excepciones; gobernantes y congresistas, son un grupo de aventureros o
desocupados que se sienten iluminados cuando tienen sus credenciales en la
mano, incendiarios y revolucionarios de ayer que el abultado sueldo que ellos mismos se
fijan les convierte en bomberos y defensores del infamante sistema que antes
combatían. De aquellos nada bueno podemos esperar para el país, el hambre no
les atormenta como a la mayoría de los peruanos, por lo cual tampoco tienen
prisa para resolver los graves problemas de la población, y a pesar de eso
sueñan con su reelección.
La burla a la ciudadanía fue como ahora una constante durante toda
nuestra historia y se vio favorecida por el bajo nivel cultural de la
población. La incultura nos hizo elegir a falsos defensores y representantes,
desconocer los delitos que cometían en el ejercicio de sus funciones y hasta
creer a cierta prensa desinformadora y mercantilista cuando nos decía que
estábamos avanzando.
Los candidatos nos dijeron que lucharían por la justicia social,
contra la pobreza, el abuso y la discriminación y acabaron defraudándonos. Sus
ofrecimientos fueron solo infalibles instrumentos de campaña electoral. Del
fracaso de su gestión, culparon a instituciones y ciudadanos extranjeros, a pesar que siempre
apelaron a la denigrante conducta de pedirles dinero prestado, el cual sirvió
fundamentalmente para el derroche y su enriquecimiento ilícito. Por eso hoy
nuestra deuda externa es prácticamente Impagable.
Se esmeran en resolver asuntos secundarios, descuidándose los más
apremiantes. La gente quiere trabajo, por ejemplo, y se da prioridad al
problema del techo propio de unos pocos, lo cual favorece más a las empresas
constructoras y los bancos. Los precarios sueldos que reciben los trabajadores
no les permitirá saldar los compromisos de pago, y es inminente el riesgo que
los bancos prestamistas les embarguen sus bienes o los de sus garantes, en
complicidad con el gobierno.
Hace poco se nos dijo que la situación económica del país estaba mejorando
porque los supermercados vendían más, ¡pero era falso!! Sus ventas se
incrementan por las millonarias campañas que realizan y los precios
temporalmente bajos que fijan a sus productos, como todo monopolio, hasta que
se arruinen los pequeños comerciantes. Son los viejos argumentos de ciudadanos
que buscan el poder para amasar fortuna sin importar para nada la vida de los peruanos,
que seguimos siendo tratados como simples animales de laboratorio para ensayar
sus siniestras e improvisadas teorías.
Los congresistas modifican la Constitución para consumar sus granjerías
a
pesar
que no fueron elegidos para eso y fundamentalmente porque no son los ciudadanos
calificados que el caso lo requiere. Introducen artículos que les conviene,
pero no los que favorecen el cambio social.
El Jefe del Gobierno conocido como el "de la corrupción" nos
dijo que tendríamos la mejor educación de América Latina y el actual que le
agradaría ser recordado como el PRESIDENTE DE LA EDUCACIÓN y sin embargo aquí
la educación continua siendo una cenicienta. SI los padres de familia no tienen
dinero sus hijos no van al colegio, ante la total indiferencia del gobierno.
Hay temporadas en que nuestras universidades estatales están a punto de
suspender las clases por falta de recursos. Con el pretexto de libre
Información cierta prensa continúa haciendo tabla rasa de la moral pública,
criminal atentando contra nuestros niños y jóvenes, a pesar que se nos ofreció
combatir la obscenidad.
Con la actual
Constitución, los delitos económicos que cometen nuestros malos gobernantes
prescriben luego de algunos años lo cual constituye una monstruosidad jurídica
que los actuales y posiblemente los futuros representantes y gobernantes se
negarán a eliminar, por pura conveniencia personal. Mientras un humilde
ciudadano va a la cárcel varios años por hurtar algunas monedas, de donde sale
arruinado física y moralmente, un gobernante que roba millones al Estado y
perjudica a todo el país, se va al extranjero, el asilo político le protege, el
tiempo lo declara inocente y vuelve a postular. Con la actual Constitución,
como las anteriores, la corrupción esta oficializada.
Aquí se guarda en secreto los nombres de quienes financian las
campañas electorales, hecho inconcebible en un país que requiere transparencia
y moral pública para concretar su desarrollo. La ley de partidos políticos en
vez de favorecer la participación de nuevas agrupaciones y el cambio, es
tramposa y obstruccionista.
En nombre de una discutible autonomía, jueces que sirvieron a la
corrupción siguen despachando y liberando de culpas a ciudadanos comprometidos
en delitos execrables.
Es urgente una nueva Constitución que nos asegure que el Estado
cumplirá su rol social y solo así la democracia en el Perú será factible y
podremos legar a las generaciones del presente y del futuro un país donde
puedan vivir en paz y dignamente. Pero la nueva Carta Magna, tal como ocurrió
en las naciones más poderosas del mundo, debe ser obra de ciudadanos capaces,
honorables y patriotas que abundan en las universidades estatales y Colegios
Profesionales, quienes incluso sin cobrar honorarios pueden darle al Perú la
mejor Carta Magna de toda nuestra historia en la seguridad que estarán haciendo
patria. Propongo que en cada universidad estatal se elija por votación universal,
con la participación de profesores y alumnos un delegado titular y un suplente
para la Gran Asamblea Constituyente y de igual manera en cada Colegio
Profesional, por todos los miembros de la orden.
La nueva Constitución, entre otros deberá contener artículos que
exijan requisitos especiales a los candidatos a la función pública desde
Concejal hasta Presidente de la Nación, obligatoriedad de los gobiernos
salientes a rendir cuentas claras, las sanciones más severas para los que
delinquen en el ejercicio de la función pública, incluso la pena capital;
democracia educativa, etc.
Con una Carta Magna así se derrotará a la corrupción, habrá confianza y desarrollo porque el
Estado en manos de ciudadanos virtuosos cumplirá fielmente su rol original de
servir a toda la nación.
Ha llegado el momento de construir la patria próspera y respetable que Grau y Bolognesi
soñaron y por la que ofrendaron sus preciadas vidas y de olvidar las
precariedades de ayer y hoy. Nos resistimos a seguir viendo a los hombres
disputándose la basura con los perros, a niños sin colegio pidiendo limosna en
las calles, a nuestros jóvenes desocupados, dedicándose a tareas denigrantes o
abandonando al Perú en busca de un empleo y a los ancianos desamparados
abandonados a su suerte o al borde del suicidio, mientras que los líderes de la clase
política tradicional se enriquecen, y todo por tener una Constitución que aparte
de oficializar la corrupción permite que el Estado no cumpla su principal y
original tarea de servir a la persona humana. Nuestro futuro debe ser distinto.
Los niños y jóvenes de hoy y de mañana nunca más deben ser víctimas de los
"cánceres "que la vieja clase política se negó a combatir.
Estimados compatriotas, éste libro lo escribí en 50 años. Hoy no solo necesitamos que se nos reparta alimentos y buenos sueldos. Debemos elegir buenos gerentes y administradores para que el país aumente sus ingresos porque con la pandemia que hoy sufrimos tenemos una caja fiscal casi vacía. Ya no estamos para ensayos ni aventuras.Debemos elegir bien este domingo para no seguir yéndonos al abismo.Si quisieran un ejemplar de la obra sírvanse enviarnos el número de su celular llamando al 948670387 o al 991868673 y se lo enviaremos gratuitamente a su wasap una edición virtual completa.

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