martes, 6 de febrero de 2024

Pedirle a doña Dina que nuestra economía mejore es imposible porque ella y sus colaboradores son caviares socialistas a quienes conviene la gente pobre e indefensa para manejarla a su antojo mientras ellos se adueñan del poder indefinidamente. Claros ejemplos se ve en Cuba,Venezuela y Nicaragua, e incluso en la misma China. Si dudan, pregunten a los asiáticos que aquí trabajan en los chifas. No seamos ingenuos, los comunistas y socialistas no respetan principios ni valores y eso es fatal para los seres humanos que teniendo el cerebro más inteligente de todos las especies no debemos ser esclavos de tiranos, egoístas e inhumanos. Mantengamos nuestra libertad a cualquier precio porque es el don más preciado para ser humano. Propongámonos todos avanzar por nuestros propios medios y sin esperar nada del Estado. Aprovechemos mejor nuestro tiempo y aprendamos a hacer algo y vivamos de ese algo, producto o servicios, y nunca busquemos un trabajo en el Estado, procuremos tener lo propio, nuestra empresa, tal como hace la gente en todas las naciones libres, prósperas y desarrolladas y si hacemos política que sea para servir al prójimo pero no para acumular fortuna.

Pedirle a doña Dina que nuestra economía mejore es imposible porque ella y sus colaboradores son caviares socialistas a quienes conviene la gente pobre e indefensa para manejarla a su antojo mientras ellos se adueñan del poder indefinidamente. Claros ejemplos se ve en Cuba,Venezuela y Nicaragua, e incluso en la misma China. Si dudan, pregunten a los asiáticos que aquí trabajan en los chifas. No seamos ingenuos, los comunistas y socialistas no respetan principios ni valores y eso es fatal para los seres humanos que teniendo el cerebro más inteligente de todos las especies no debemos ser esclavos de tiranos, egoístas e inhumanos. Mantengamos nuestra libertad a cualquier precio porque es el don más preciado para ser humano. Propongámonos todos avanzar por nuestros propios medios y sin esperar nada del Estado. Aprovechemos mejor nuestro tiempo y aprendamos a hacer algo y vivamos de ese algo, producto o servicios, y nunca busquemos un trabajo en el Estado, procuremos tener lo propio, nuestra empresa, tal como hace la gente en todas las naciones libres, prósperas y desarrolladas y si hacemos política que sea para servir al prójimo pero no para acumular fortuna.


 

jueves, 8 de abril de 2021

Pedirle a doña Dina que nuestra economía mejore es imposible porque ella y sus colaboradores son caviares socialistas a quienes conviene la gente pobre e indefensa para manejarla a su antojo mientras ellos se adueñan del poder indefinidamente. Claros ejemplos se ve en Cuba,Venezuela y Nicaragua, e incluso en la misma China. Si dudan, pregunten a los asiáticos que aquí trabajan en los chifas. No seamos ingenuos, los comunistas y socialistas no respetan principios ni valores y eso es fatal para los seres humanos que teniendo el cerebro más inteligente de todos las especies no debemos ser esclavos de tiranos, egoístas e inhumanos. Mantengamos nuestra libertad a cualquier precio porque es el don más preciado para ser humano. Propongámonos todos avanzar por nuestros propios medios y sin esperar nada del Estado. Aprovechemos mejor nuestro tiempo y aprendamos a hacer algo y vivamos de ese algo, producto o servicios, y nunca busquemos un trabajo en el Estado, procuremos tener lo propio, nuestra empresa, tal como hace la gente en todas las naciones libres, prósperas y desarrolladas y si hacemos política que sea para servir al prójimo pero no para acumular fortuna.


 


EDICIÓN 098

Lima-Perú, 8 de abril, del 2021

 El próximo domingo 11 de abril los peruanos volveremos a las ánforas, a dar nuestra confianza al peruano  que pensamos hará posible el desarrollo nacional y el bienestar real y permanente de todos los peruanos.

Esta vez, como nunca en nuestra historia, nuestra responsabilidad será gigante porque seguimos afligidos por una pandemia cruel que no tiene cuando acabar y más aún SI NUESTRAS AUTORIDADES HASTA HOY HAN DEMOSTRADO TEMERARIA MOROSIDAD Y NEGLIGENCIA PUNIBLE EN AFRONTARLA.

Esta edición especial publicamos para que la ciudadanía nacional a la que guardamos profundo respeto, sepa las razones por las que el PAN ha tomado la decisión de apoyar al ingeniero Rafael López Aliaga, como candidato a la presidencia de la República por el partido RENOVACIÓN POPULAR.


HACIA UNA VERDADERA REVOLUCIÓN.


Ser revolucionario significa ser buscador del cambio, clamoroso imperativo de los moradores de las naciones pobres, mientras que en las desarrolladas lo normal es ser conservador. Los desposeídos anhelan sacudirse del yugo de la miseria con la misma energía con que los afortunados se esmeran en mantener su posición, pero la renuncia de los pobres a su incómoda situación conlleva el deseo de una vida mejor, sin apremios ni zozobra, donde en forma individual o colectiva puedan contar con bienes materiales y espirituales y al mismo tiempo sentirse verdaderamente libres.
El cambio social supone cambiar al hombre, por ser éste una partícula de la sociedad y el conjunto no es valioso si está integrado por entes sin valor. Pero si bien en las naciones subdesarrolladas la inmensa mayoría anhela el cambio, porque sus calamidades se incrementan de manera cotidiana, la situación no cambia, porque una minoría omnímoda con dinero todo lo consigue, incluso comprar conciencias para encaramarse en el poder protegiendo sus intereses. Aquí pierde vigencia la frase popular “mayoría manda” y eso obliga a los hombres y mujeres de base a unirse y combatir, amparados en los escasos dispositivos legales que nos lo permita, hasta “destronar” a esos falsos sacerdotes y sus acólitos que en vez de “padres de la patria”, en el caso de los parlamentarios, son vampiros del erario nacional. Con ellos jamás habrá cambio, porque son amantes convenidos del continuismo, quienes viven de la miseria material y espiritual de la gente.
Ser revolucionario no significa necesariamente ser revoltoso, destructor e irresponsable, sino ser: CREADOR DE BIENES Y SERVICIOS, porque solo creando lograremos bienestar, desarrollo y por eso dar mejor capacidad creadora a todos debe ser la tarea principal de un gobierno si es que realmente está al servicio del interés social.
Ser revolucionario no implica tampoco ser de centro, izquierda o derecha, que en fin de cuentas son auto denominaciones antojadizas o calificativos despectivos. Ser revolucionario es ser patriota, porque sólo quien ama a su patria, puede desear que ésta tenga mejor suerte. El revolucionario es un ser humano desprendido, que lucha con responsabilidad, con armas limpias, sin tregua, para que a cada ser humano le sea posible aplacar de manera permanente su hambre de pan, justicia y libertad. Para ello hay que educar integralmente al hombre, desarrollando su mente, su cuerpo y espíritu. Hay que formar al hombre a plenitud, para que además de asegurarle una vida digna, le sea posible desempeñarse como buen hijo, buen padre y buen ciudadano.
Las naciones son retrasadas porque su gente, por falta de educación, poco o nada ha creado en tanto una elige gobernante irresponsable y egoísta insiste irracionalmente en que vivamos de los recursos naturales, de préstamos y limosnas de las naciones ricas. Y ¿qué pasará cuando se agoten nuestros recursos naturales si hasta ese entonces no hemos implementado una verdadera democracia educativa? ¡Qué diferencia con las desarrolladas!, donde sus habitantes merced a su alto nivel educativo, científico y tecnológico y al ser acérrimos practicantes de la educación permanente, fácilmente encuentran ocupación, producen bienes y servicios de gran calidad que les permite desempeñarse bien en las empresas en las que trabajan, recibir sueldos decorosos que les permite vivir dignamente y en plena libertad, cumplir sus responsabilidades familiares, crear sus propias empresas y hasta participar eficientemente en el gobierno de sus países.
Si somos revolucionarios, no debemos permitir que la educación integral se vaya convirtiendo, por la carestía de la vida, en don reservado solo a los hijos de los favorecidos por la fortuna y mas ostensiblemente la superior. Hay que instruir a todos nuestros compatriotas sin ninguna distinción, porque cualquier otra revolución es letra muerta si no materializamos antes la Revolución Educativa.

No hay que tolerar indiferentes que nuestros niños y jóvenes vean a sus centros de estudio como cárceles o camisas de fuerza, porque en inmensa mayoría van a clases sin una buena alimentación y todo el material educativo necesario, con su salud quebrantada o en riesgo, huérfanos de la comprensión de padres y maestros y sin el entusiasmo e interés debidos por el estudio, tal como ocurre en las naciones más prósperas, libres y poderosas de la tierra.


PRENSA PERUANA GENERADORA DE SUBDESARROLLO Y MISERIA

 Abordar este asunto constituye para mí una obligación moral, a la que no puedo ni debo renunciar, porque está de por medio el Perú, sus moradores y el destino de las futuras generaciones. En consecuencia, respondo complacido al llamado imperativo de mi conciencia sin contar para mí, en modo alguno, las naturales máculas que pudiera infringirme ese poder que en el Perú es casi omnímodo: la prensa.


SÍ, aquella que según don Luis Miro Quezada puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios. La misma con la que hasta donde recuerdo, los políticos peruanos "de éxito" siempre evitaron colisionar por temor a perder vigencia o a volver a ser los desocupados y desafortunados de antes. Por supuesto que para ellos la política no es la práctica de servicio a la colectividad sino la forma más fácil de vivir cómodamente a costa del dinero del Estado. No les Interesa por tanto si les dicen afeminados, farsantes o ladrones, no, lo importante para ellos es hacer noticia, providencial receta que en el Perú al gusano le convierte en águila.

Quiero dejar constancia que si hasta hoy hice política y me esmeré en llegar al gobierno, fue porque anhelaba posibilitar un verdadero y positivo cambio social en el Perú; pues me resultaba y aún resulta por demás incómodo y hasta vergonzoso habitar un país que en contraste con su pródiga geografía, para subsistir apela de continuo a la ayuda externa.

Sufrir de niño en carne propia la problemática de las mayorías y de adulto las maquinaciones que efectúan los grupos de poder para aplastar las aspiraciones populares con el infaltable e infalible auxilio de la prensa, me ha dado la experiencia y autoridad moral suficiente para opinar, y por lo mismo dispuesto estaré siempre a demostrar la veracidad de mis afirmaciones ante cualquier persona o institución y en cualquier lugar y circunstancia. No hay en mi resentimiento alguno por no haber logrado algo personal, aunque sí lamento no haber podido servir a mi país, por las barreras infranqueables que a los candidatos de extracción popular se impone en los procesos electorales, en los que lamentablemente la prensa privada por su gran cobertura juega rol fundamental. El desempeño de los profesionales de la pluma para los ciudadanos que en política tienen la calidad de principiantes, constituye un desengaño, pero eso tiene su explicación según lo podremos ver más adelante.

Las entrevistas a gobiernistas y opositores solventes son harto publicitadas, preparadas, extensas, debidamente editadas y por supuesto "muy exitosas" para el entrevistado a quien se le hace aparecer como galán de película, un personaje virtuoso a ultranza; mientras las que se concede a los que no abonan son breves, cortantes, irrespetuosas, tontas y si se trata de medios de comunicación escritos casi nunca se publica, y en caso de que ocurra no pasan de ser menciones ridiculizantes e insípidos cumplidos para justificar un supuesto pluralismo.

Cada proceso electoral para los propietarios de la mayoría de los medios de comunicación privados considerados grandes, constituye una brillante oportunidad para incrementar su patrimonio personal, sin contar para nada si publicitan a conservadores, demagogos, o ciudadanos con malos antecedentes.

Mortifica por eso seguir viendo al Perú en el consenso Internacional, convertido en una mixtura de paria y mendigo, dirigido por compatriotas elegidos en cumplimiento de una legislación redactada por los grupos de poder económico y paradójicamente ungidos por el voto popular. Casi siempre recién cuando están en el poder nos enteramos de su dudosa reputación y que son huérfanos de las cualidades que el cargo les exige, lo cual constituye una abismal diferencia con los ciudadanos que han forjado el avance de las naciones más poderosas de la tierra. Nuestros elegidos, como ya es vieja costumbre aquí, no responden luego a la confianza ciudadana, significando un lustro perdido más.

En las últimas décadas, por la vida agitada que llevamos y porque la pobreza es el común denominador de la mayoría de peruanos a consecuencia de las infelices políticas económicas Implementadas por nuestros gobernantes, apelamos fundamentalmente a los medios de comunicación como fuente Informativa, de allí la trascendental labor y gran responsabilidad que tiene la prensa.

Si esta dice que Fulano es sabio, lo es. Que Zutano es ladrón, lo es; que aquel es homosexual, lo es. Si dice que tenemos uno de los mejores presidentes del mundo y que merece la reelección, que nuestra situación económica es tan sólida al extremo que no necesitamos ayuda externa, que estamos a punto de tener la mejor educación de América Latina, que hay que privatizar nuestras empresas públicas porque el Estado es mal administrador, que hay que dar la explotación de nuestros recursos naturales a los inversionistas extranjeros, que la pobreza no justifica la violencia; lamentablemente la mayoría de nuestra población lo toma como cierto.

¿Pero cuál es la verdad?, ¿Merece la prensa respeto y confianza de la colectividad?. Particularmente considero muy discutible, porque los medios de comunicación particulares como cualquier empresa privada, solo obedecen al Interés de sus dueños y clientes, mientras que los estatales al de los Jerarcas de turno. Así de claro. En el caso de los primeros resulta natural aunque decepcionante, porque su participación en los procesos electorales hasta hoy ha resultado decisiva, pero hay que entenderla, con más razón ahora cuando la crisis económica afecta a todas las empresas del país.

Pero lo que resulta oficialmente perjudicial para todos los peruanos y constituye un golpe mortal contra nuestra insipiente democracia y específicamente contra la libre información es cuando el Estado se convierte en cliente de los medios de comunicación particulares, vía contratos de publicidad. En ese caso los rotativos se ven obligados a corresponder el favor recibido, realizando una oprobiosa deformación de imagen a favor de los gobernantes, desinformando y engañando a la población nacional e Internacional. En nuestro caso, como lamentablemente el nivel promedio cultural es el primario, fácilmente se nos engatusa y el precio que pagamos es demasiado caro, y el daño a veces Irreparable; como ocurre ahora con nuestra deuda externa que con el transcurrir del tiempo, al no abordarse con la seriedad debida en los medios informativos, hoy es casi impagable.

Precisamente por haber tenido en el gobierno del país a los favoritos de la prensa, y en el colmo de la desdicha personajes de dudosa reputación, somos un país subdesarrollado, dependiente, endeudado, limosnero internacional y hasta mal pagador. A parte de eso, la mayoría de gente en edad de trabajar está desocupada, niños y jóvenes se quedan sin educación, la miseria campea por doquier al consuno de la mendicidad, prostitución, drogadicción, y otros lastres. Y todo ante la  indignante indiferencia de nuestros inmerecidos gobernantes y representantes.

Para la democracia, la libertad de expresión constituye un instrumento indispensable, de allí que con más razón los medios informativos deben expresarse con absoluta libertad y sin temor a mordaza alguna; lo cual no se da cuando existe un contrato comercial con el gobierno, de por medio.

Es un hecho incuestionable que las elecciones políticas en el Perú son plutocráticas y no democráticas, porque aquí el dinero decide los resultados. No pueden ser democráticos los eventos electorales desiguales y turbios, como los peruanos estamos acostumbrados a tolerar, en los que se privilegia a los pudientes y aplasta y avasalla a los humildes.

Si bien cada cinco años vamos a las ánforas esperanzados en elegir a nuestros mejores representantes, pronto constatamos que elegimos a nuestros asaltantes y verdugos, porque hasta hoy aquel fue el triste papel que desempeñaron los ciudadanos que fueron como ahora, inmerecidamente honrados con la confianza ciudadana. En vez de servidores son detractores de la comunidad y a despecho de ideologías, principios y programas. El cuadro se complica con el trabajo sistemático y discutible que realizan las autoridades electorales sumisas al gobierno, por temor a perder sus puestos de trabajo; las nefastas "encuestadoras", los grandes empresarios e instituciones que supuestamente velan por la "transparencia”.

Eso motiva que las minorías pudientes coludidas con algunos ciudadanos, que son la versión moderna de Filipillo, el indio que colaboró con los conquistadores españoles en detrimento de nuestra raza; casi siempre sean los únicos que llegan al poder.

Por eso estamos así, catalogados como un país tercermundista; lamentable e Injusta situación que persistirá mientras también subsistan las arguciosas normas redactadas por los representantes del poder económico, que en todo tiempo se ingenió para enquistarse tanto en el gobierno como en el parlamento nacional.

Cada cinco o cuatro años en cada proceso electoral se "endulza” y entretiene a los desocupados con la ilusión de llegar a un puesto o cargo público importante donde pueden amasar fortuna, la cual se desmantela cuando constatan que -como siempre- sólo fueron utilizados, y consecuentemente su vía crucis continúa.

Por supuesto que a los ganadores no les remuerde la conciencia porque triunfan cumpliendo "normas constitucionales", ¡claro que harto discutibles!, y hasta con leyes y decretos que les permite consumar sus tropelías e incluso lograr impunidad.

No resulta extraño por supuesto que en el Perú, las empresas de telecomunicaciones, mineras y banqueras son las favoritas de todos los gobiernos de turno, incluso del presente. Y eso ocurre porque los dirigentes de las mismas para conservar o lograr inmerecidos privilegios, apoyan las campañas electorales o se suben al coche triunfalista. Precisamente el Señor Schultz Landazuri, posiblemente merced a siniestras influencias acaba de ser liberado en Argentina y seguramente ocurrirá lo mismo aquí a pesar que estuvo seriamente comprometido con el gobierno de la corrupción, apareciendo en un video recibiendo dinero de manos del señor Vladimiro Montesinos.

Actualmente, mientras se debate la ley de telecomunicaciones en el Congreso de la República, el Ministro del ramo ha declarado que no se tratará sobre el contenido de los programas, lo cual supone que la televisión seguirá teniendo carta blanca para continuar degenerando a nuestros niños y jóvenes. Muestras de tal nociva influencia es que en los últimos años, se triplicó el número de niñas que salieron embarazadas, se han Incrementado la prostitución, violencia y la delincuencia común. Por culpa de cierta prensa hoy vivimos en el Perú un estado similar a los tiempos de Sodoma y Gomorra, ante la complicidad y silencio abominable de nuestros gobernantes y representantes, en mala hora inmerecidamente bautizados como los "padres de la patria".

Así intoxican al país los que han hecho un negocio de la noticia. Y para colmo, en momentos en que se debate la nueva ley de comunicaciones un magnate de las mismas acaba de plantear en el Congreso de la República, que la prensa pueda pagar sus impuestos con avisaje. A pesar que aquella desinforma, aliena y corrompe, especialmente a los niños y jóvenes, los peruanos todavía tendremos que pagarle.

Con los medios informativos nadie quiere discrepar, porque si lo hacen "se queman" y no llegarán lejos. Por puro y execrable interés personal los tratan con guantes de seda y extrema pleitesía, no se arriesgan al chantaje, ridículo, calumnia y a lo que es peor; la Indiferencia de los mismos. No les preocupa su dignidad, porque para ellos lo más Importante es hacer noticia. Los gobiernistas viven felices, despreocupados, porque tienen una prensa privada cautiva por obra y gracia de los contratos de publicidad estatal o por los injustos, innecesarios y hasta perjudiciales canjes. Y todo esto a pesar que el Estado cuenta con medios de comunicación propios.

El favoritismo de un régimen a favor de los medios informativos llegó al extremo cuando durante el gobierno del señor Alberto Fujimori se dio una ley que les amparaba para no revelar su fuente informativa, con lo cual se oficializaba la impunidad en nombre de una muy discutible libertad de expresión. Fue un cheque en blanco para que con fines inconfesables pudiera hacerse escarnio de la dignidad de las personas, tal como nos ocurrió a muchos peruanos en esa infausta temporada.

Invariablemente los aludidos canjes favorecen a los indolentes gobernantes de turno, porque cuentan con una prensa sumisa y complaciente en la cual pueden justificar sus aberraciones y mantener siempre en alto su imagen aunque atenten contra los intereses colectivos. Precisamente durante el gobierno de Alberto Fujimori el Perú pudo lograr la condonación de gran parte de su deuda externa conforme lo hicieron otros países tercermundistas, pero tal beneficio no pudimos conseguir porque la prensa hacía creer al mundo que vivíamos en una especie de paraíso y con un presidente de tipo "exportación".

Esa prensa sumisa y timorata, está comprometida a no discrepar con el régimen por el riesgo de ver rescindidos sus contratos de publicidad. No es la prensa privada realista, imparcial e independiente que la colectividad cree y la democracia demanda, sino el acólito servil y obsecuente de falsos sacerdotes que lucran con los dineros públicos, en tanto se desatiende a la población. Además, con tales e injustos privilegios el Estado se perjudica con millonarias pérdidas de dinero, el mismo que bien puede destinarse a obras sociales.

Tal negativo e incómodo papel desempeña la prensa nacional, posiblemente por la recesión y escasa demanda de clientes, que es el riesgo cotidiano al que están expuestas el común de las empresas peruanas, al fallar los siniestros experimentos que hacen nuestros improvisadores gobernantes de tumo. Pero los grandes empresarios, entre ellos los de las comunicaciones, deben tener en cuenta que el desgobierno y la crisis no solo a ellos afectan sino a todos los empresarios del país y por tanto es urgente y justo la dación de medidas integrales que beneficien a todos los empresarios sin discriminación alguna.


En las actuales condiciones, la conducta de la prensa, especialmente de la más grande, es precursora de miseria, subdesarrollo y dependencia. Por eso he llegado a la conclusión que una medida saludable para todos los peruanos y para apuntalar definitivamente el desarrollo nacional, sería
que los medios de comunicación privados no deben suscribir contratos publicitarios con el Estado, tanto porque éste cuenta con los propios, como porque de esa manera tendremos una prensa libre y nuestra población estará permanentemente bien informada.

La suerte del país debe cambiar ya, y en tal sentido a la prensa privada le corresponde un rol singular en la denuncia de las crasas injusticias que se dan aquí. No es justo por ejemplo, que hasta en las cárceles son favorecidos los pudientes, mientras que a los débiles se aplica "todo el peso de la ley*. Cuando los pequeños empresarios no tienen dinero para pagar sus deudas y tributos se les enjuicia, embarga y arruina, si optan por hospitalizarse se les deniega el ingreso o saca a punta pies como ya ocurrió algunas veces. Si los padres de los niños pobres no tienen dinero para enviarlos al colegio, al Estado no le importa, actitud irresponsable, insensible y antipatriota que contrasta con la de los mandatarios de las naciones realmente democráticas. El peruano que se enferma y no cuenta con dinero, se muere y así por el estilo abundan pruebas de la desidia de nuestros gobernantes, por lo cual es urgente una prensa realmente independiente.

Precisamente hace poco el célebre deportista Armando Maradona afirmó que nuestro presidente en vez de preocuparse por la Bolsa de Valores, debe atender a la gente humilde. "Si no lo hace es un mentiroso", acotó.

Ni siquiera podemos confiar en nuestros congresistas, a pesar de su función fiscalizadora, por dos razones: cuando la mayoría es gobiernista no hace más que coludirse con el régimen para justificar sus tropelías y si no lo es se concretan "acuerdos" se dice "en salvaguarda de la democracia", pero tales tratos se hacen al parecer solo para asegurarse el mayor tiempo posible el exorbitante e inmerecido sueldo que perciben por desempeñar el denigrante papel de frenos rentados del país.

Cuando de fondos económicos se trata, nuestros gobernantes optan sin vacilaciones por apelar al extranjero, actitud facilista e irresponsable; desoyendo incluso las recomendaciones de las autoridades mundiales de la economía, como los líderes del FMI y Banco Mundial. A ello se adiciona las ciegas cargas tributarias que imponen a las empresas y ciudadanía en general y el remate sistemático del patrimonio nacional; lo cual evidencia también su incapacidad y orfandad de patriotismo. Los préstamos foráneos incrementan nuestra ya impagable deuda externa lo cual no se justifica en un país pródigo en recursos naturales y dueño de un pasado grandioso y ejemplar en su condición de heredero del Imperio de los Incas. Gobiernan de manera tan improvisada, anticuada e irregular que ni siquiera pueden eliminar el déficit fiscal y apelan desvergonzadamente a la filantropía internacional, sin tener en cuenta que tales donativos se convierten en instrumentos de dominación. Para ellos lo más importante es tener dinero para el enriquecimiento ilícito, en especial del presidente, su entorno, congresistas cómplices y una burocracia servil, obsecuente y antisocial. Así desgobierna y arruina al país la élite pudiente que por obra y gracia del dinero   llegó al poder durante casi toda nuestra vida republicana, y lamentablemente con el infaltable apoyo de la prensa privada.

He llegado a creer que hasta los semi analfabetos gobernarían mejor, porque al menos estarían guiados por el sentido común y motivados por el afecto a sus hermanos de infortunio, que son la inmensa mayoría, sentimiento del cual casi siempre carecieron los ciudadanos que hasta hoy manejaron las riendas del poder.

A pesar de la efectiva labor social que desempeñan, de las empresas en general no se preocupan, salvo las odiosas excepciones que hacen a favor de las grandes; a pesar que generan monopolios y arruinan a las pequeñas. Soslayan a estas últimas, a pesar que son las principales generadoras de puestos de trabajo, estar integradas y dirigidas por peruanos y ser duro espinazo de la economía nacional. A ellas, en vez de concederles el respaldo e incentivos que merecen, como se acostumbra en las naciones más prosperas y desarrolladas del mundo; se las pone una serie de barreras que pareciera que hubiera la intención de arruinarlas. El gobierno no les otorga créditos, ayuda técnica, asesoramiento ni busca mercados para sus productos, pero si las atormenta con duras cargas como altos pagos por concepto de licencia, y lo que resulta lapidario, abusivas tarifas de productos y servicios esenciales, habiéndose llegado al extremo de establecer una injusta diferencia entre el consumo residencial y empresarial, tal como ocurre con el agua, luz y teléfonos, que al incrementar los costos de producción les impide ser competitivas.

Se las clausura y embarga sin mayor trámite, cuando por falta de ingresos no pagan sus impuestos. La SUNAT, ese ogro temible, al que se le ha dado también el papel de cajero de continuo hace público el remate de los bienes confiscados a los pequeños empresarios, sin importarles para nada que la gente pierda su fuente de trabajo y se queda en la calle.

Pero ante tales abusos y abominable discriminación, casi siempre la prensa nacional guarda silencio; lo cual también demuestra su negativo rol y complicidad en nuestro subdesarrollo, pobreza y dependencia.

Por eso considero que es urgente romper el cordón umbilical que une a la prensa particular y el gobierno, y el modo efectivo de lograrlo es evitando la concesión de contratos publicitarios entre ambos. Además al gobierno no le hace falta los medios de comunicación particulares porque cuenta con los propios y si estos no tienen la capacidad necesaria hay que repotenciarlos de inmediato, en favor del interés nacional. Sólo de esa forma podríamos contar con una prensa privada respetable y habría de nuestros gobernantes una imagen real tanto interna como externa y no la trastocada y falsa que la prensa muestra.

A los peruanos consta el rol de la prensa privada en el subdesarrollo del país, la cual para quedar bien con el gobierno llegó a suspender programas independientes y aleccionadores como los dirigidos por el periodista César Hildebrandt, lo cual demuestra la forma vergonzosa y obsecuente con que los propietarios de tales medios pagan los favores de los gobiernos de turno.

Debo aclarar que no estoy contra la libre empresa, por el contrario la respaldo, consiente que es la pionera del desarrollo y la prosperidad de los pueblos, pero discrepo del parasitismo estatal que practican algunas, actitud facilista que quita méritos a la misma y desangra innecesariamente a la caja fiscal. El Perú debe dejar de ser un país de privilegios. Las empresas deben subsistir, sí; pero todas deben trabajar en las mismas condiciones. Es una crasa Injusticia, que mientras los directivos de la mayoría de aquellas tienen que hacer malabares y hasta esperar milagros para sobrevivir y cumplir sus obligaciones, otras se arriman prestamente al Estado para vivir del dinero de todos los peruanos, y lo que es peor e indignante, para servir de voceros y asesores de imagen a ciudadanos que hunden al país.

Y  por si hubiera duda sobre mis afirmaciones, yo les invito a poner atención en la TV, diarios y emisoras radiales más prestigiosos. Seguramente en todos aquellos ustedes encontrarán un avisaje del gobierno y posiblemente innecesario. Así pues mantenernos los peruanos a ciertos medios de prensa.

Y  para terminar, formulo una patriótica sugerencia basada en mi experiencia personal, al haber sido víctima de la prensa privada cuando por puro mercantilismo sirvió sin reparos a la dictadura fujimontesinista en el proceso electoral de 1995 y porque me preocupa enormemente el futuro del país.

Considero conveniente para el interés nacional, que las propagandas electorales sólo se hagan en los medios de comunicación estatales, tal como se hace en algunas naciones desarrolladas, otorgándose a todas las agrupaciones políticas iguales espacios y tiempos suficientes para publicitar a sus candidatos y programas de gobierno, y prohibiéndose todo tipo de propaganda electoral en los medios de comunicación particulares.

La saludable consecuencia seria que los peruanos estaríamos gobernados por nuestros mejores compatriotas, ciudadanos honorables y ejemplares, tal como fueron los que hicieron realidad el desarrollo y bienestar de las naciones más poderosas de la tierra. Sólo entonces el desarrollo nacional y bienestar permanente de todos los peruanos será una hermosa realidad.




ELPAN RESPALDA A LOPEZ ALIAGA DE RENOVACIÓN  POPULAR



                       

           A LA OPINIÓN 

      PÚBLICA PERUANA


El Partido Avanzada Nacional (PAN), que desde su fundación en 1979, se ha preocupado por el Perú, según consta en la obra LA HISTORIA SE REPITE; ante el advenimiento de las próximas elecciones generales, expresa:

PRIMERO. -En las últimas décadas los problemas del país se agravaron por la llegada al gobierno central, parlamento, municipios y gobiernos regionales y con mucho dinero, ciudadanos de dudosa reputación e incompetentes, favorecidos por una discutible ley electoral; quienes se dedicaron a lucrar, defender los intereses de sus financiadores de campañas  y  haciendo concesiones indebidas a ciertos grupos de poder e impidiendo que el Estado cumpla su función social. Todo esto se manifiesta por la temeraria desatención  de la educación, salud, justicia y seguridad y aparte de eso se ha desprotegido  a nuestras pequeñas empresas a pesar que son las más importantes fuentes de trabajo permanente, aportes al Estado y divisas, tal como ocurre en las naciones libres y más desarrolladas del mundo, propiciando su ruina, y del tercer lugar que ocupábamos en América del Sur en los albores del pasado siglo, hoy figuramos entre los últimos y con una corrupción incontenible, donde se practica el populismo que riega el mundo de parásitos sociales, porque no hemos llevado al gobierno ciudadanos experimentados, justos y patriotas.

SEGUNDO -  En Perú no existe independencia de poderes porque el gobierno central y parlamento se afanan por “capturar” el Ministerio Público, Poder Judicial y otras instituciones como el  Jurado Nacional de Elecciones, Defensoría del Pueblo, Controlaría General de la República etc. para consumar sus tropelías  y favorecer la corrupción. Por eso tenemos una justicia politizada, resultados electorales que desafinan con la voluntad ciudadana, autoridades atesorando con el dinero del Estado con exorbitantes sueldos que ellos mismos se fijan, influencias y la coima, mientras la población está mayormente empobrecida e indefensa como en la actual pandemia y nuestra soberanía en riesgo.   A pesar que el Estado cuenta con sus propios medios de comunicación donde se puede publicitar por igual a todos los candidatos para que los resultados electorales sean el fiel reflejo de la voluntad ciudadana, se permite la participación de la prensa privada que al realizar costosas y masivas propagandas de sus clientes candidatos hacen que resulten elegidos ciudadanos discutibles y carentes de principios y   valores, y hasta enemigos de nuestro sistema de la libertad y la libre empresa, de quienes esperar labor social es utopía.

TERCERO.- Para que mejore nuestra suerte es urgente cambiar o modificar de inmediato la Constitución y Ley Electoral vigentes, lo cual ahora y por única vez  debe encomendarse a representantes de todos los colegios profesionales, porque cuando lo hicieron las Asambleas constituyentes, Congreso de la República o algunos gobiernos, que “llegaron” con dinero de los grupos de poder, no sirvieron para cautelar los intereses de la patria ni de la mayoría de nuestra población.

CUARTO.-   Ya es hora de dar de baja a quienes arruinaron el país por desconocimiento  o con ideologías obsoletas y utópicas, y de afrontar nuestros problemas en forma científica, seria y patriótica y que nuestra caja fiscal tenga permanentemente  fondos  para que el Estado cumpla su función social y de  ejercerse  la política para servir a la gente y no para enriquecerse con el dinero del Estado, lo cual solo será posible cuando en el gobierno central, municipios y gobiernos regionales tengamos ciudadanos experimentados, justos y patriotas.

QUINTO . El PAN ve con simpatía y esperanza de cambio la candidatura presidencial del ciudadano RAFAEL LÓPEZ ALIAGA, un hombre que salió de abajo, cosechó los frutos de una educación integral para el trabajo, hizo empresas, dio trabajo a mucha gente y hoy pone su experiencia y  capacidad  gerencial al servicio del país;  quien por haber anunciado una frontal lucha contra la corrupción y los grupos de poder que atentan contra la ciudadanía, hoy es víctima de un campaña desleal en los más importantes medios de comunicación del país.

POR LO EXPUESTO:

El PAN, acuerda: RESPALDAR AL INGENIERO RAFAEL LÓPEZ ALIAGA EN SU POSTULACIÓN A LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA POR EL PARTIDO RENOVACIÓN POPULAR y con tal fin invita y convoca respetuosamente a nuestros militantes y simpatizantes que en el pasado nos honraron con su confianza cuando quisimos hacer patria con la REVOLUCION EDUCATIVA, CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA. ¡VIVA EL PERÜ!

 ALDO VELIZ DORIA, Sec. General   MIGUEL CAMPOS ARREDONDO, fundador

Lima, 2 de abril, del 2021.


El PAN apoyará a López Aliaga hasta el triunfo, porque es la mejor alternativa para el Perú.

El 11 de abril sabremos si nos vamos a ser potencia mundial o al barranco
PAN

Aliaga. Sería bueno que lean mi libro LA HISTORIA SE REPITE de Estimados amigos, les participo respetuosamente mi profunda preocupación por las encuestas que la prensa privada que tiene contratos de publicidad con el Estado publicó ayer. El candidato López Aliaga en ellas resulta perdedor a pesar que encabezaba algunas encuestas lo cual no extraña porque es el único que ofreció eliminar los contratos innecesarios que el Estado tiene con la prensa privada, porque tiene sus propios medios de prensa y porque esa millonaria sima de dinero se debe destinar para resolver otros problemas del país como educación, salud, justicia y seguridad que aquí irresponsablemente se descuidan. El rol negativo de esa prensa lo abordo en mi libro LA HISTORIA SE REPITE( páginas 382 a 394) bajo el título PRENSA PERUANA GENERADORA DE SUBDESARROLLO Y MISERIA, y si ustedes no lo tienen podemos enviarle gratuitamente para lo cual basta que ustedes envíen al 948670387 su número de celular y le remitiremos de inmediato la versión virtual completa a su wasap.



Motiva inmensa alegria saber que la gente buena de otras agrupaciones políticas se están adhiriendo a la candidatura del ingeniero López, Aliaga. La JAP y el Frepap figuran entre ellas. El PAN, emocionado les da una cordial bienvenida y a trabajar se ha dicho. Viva el Perú!!!





RAZONES PARA UNA NUEVA CONSTITUCIÓN


Lo bueno se aprende e imita y con mayor razón si es para bien de toda una nación. La historia de la humanidad está colmada de lecciones hermosas y positivas que los peruanos hasta el presente   no   hemos aprovechado, porque   siempre   prevalecieron los siniestros    intereses    de nuestros gobernantes y representantes. Por eso el Perú va hoy del tercer al cuarto mundo sin esperanza alguna a la vista, si no tomamos a tiempo las medidas correctivas.

Las naciones más desarrolladas del mundo, siempre fueron gobernadas por ciudadanos capaces, honorables y patriotas, regidos por constituciones perdurables, con artículos que permiten a los ciudadanos de extracción popular llegar al poder, que es el fundamento principal de una auténtica democracia. Aquellos resultaron constituyéndose en los principales pioneros del progreso.

La Constitución de los Estados Unidos, por ejemplo, tiene más de 200 años. Fue redactada por hombres capaces, honorables y patriotas como Thomas Jefferson; teniendo solo en cuenta el interés nacional. Si esos hombres virtuosos  en ese entonces no hubieran estado en el poder, hoy hablaríamos de una nación pobre, subdesarrollada, saqueada, endeudada e integrada mayormente por seres humanos infelices como ocurre hoy en el Perú. Suerte impía que no la merecemos porque contamos con una pródiga geografía y los mejores climas del mundo

Aquí fallaron los gobernantes. Leer nuestra historia avergüenza, irrita y desengaña. Hemos tenido catorce Constituciones, porque casi siempre los gobernantes, huérfanos de patriotismo, hicieron una a su medida para lucrar, eternizarse en el poder y evitar que el Estado cumpliera su rol social. Se incluyó dispositivos que impidieron el triunfo de los movimientos populares progresistas, imponiéndonos una "institucionalidad" y "estado del derecho' oprobiosos, para tener a la ciudadanía sojuzgada como ahora e impotente para hacerse respetar y al país estancado. Personajes conocidos como "demócratas" sólo fueron ciudadanos respetables que a su estilo también avasallaron a la ciudadanía y soslayaron sus crónicos problemas como: educación, salud, justicia y seguridad. En cuanta conflagración bélica hemos participado casi siempre nos tocó la humillación y la vergüenza, salvo honrosas actitudes de heroísmo como las de Grau y Bolognesi. Todos los países vecinos al nuestro se han adueñado de gran parte de nuestro territorio como posiblemente en el presente, con extraña sutileza continúan haciéndolo, por la torpeza o ingenuidad de nuestros mandatarios.


Hoy, en vez de ser un país próspero, habitado por seres humanos felices, que debe ser la aspiración de todo buen gobernante, somos un país quebrado económica y moralmente; poblado abrumadoramente por pobres y mendigos cuyo número se incrementa cotidianamente. Es tanta la desconfianza e inseguridad que generan nuestros gobiernos, que los empresarios temen poner en planilla a sus trabajadores. La mayoría de peruanos en edad de trabajar carecen de ocupación o está subempleada, sólo uno de diez peruanos que trabajan cuenta con un seguro, grave problema que no preocupa a nuestros gobernantes y representantes, a pesar que el primer artículo de nuestra constitución expresa que es la persona humana el fin supremo del Estado.

Vivimos tal frustración que consideramos natural que la miseria y la desesperación se ensañen con nosotros cotidianamente, lo cual es inexplicable, injusto e inhumano. En las naciones desarrolladas la gente disfruta porque trabaja, el gobierno se preocupa por la educación, salud y la seguridad no solo de los nacionales sino también de los extranjeros. Aquí eso solo será posible con una nueva Constitución y nueva gente en el gobierno que proteja  los derechos de todos nuestros mejores ciudadanos.

Por la permanente crisis económica en que vivimos la población busca depender del Estado; los empresarios como clientes y los desocupados y mal pagados como empleados, lo cual es contraproducente porque se hace política para el lucro personal, para subsistir, pero no para servir al país. En las elecciones generales, municipales y últimamente regionales, en vez de gobernantes y representantes, elegimos mayormente asaltantes. Mientras en las naciones desarrolladas la gente mayormente se despreocupa de la política y el voto es voluntario, aquí se nos obliga a votar para justificar los pírricos triunfos de inmerecidos representantes, porque las campañas electorales son desiguales, porque todos los candidatos no cuentan con las mismas facilidades para publicitarse y la ciudadanía no puede votar por los que no conoce. A los " "elegidos", de cualquier calaña que sean, tenemos que respetarlos y soportarlos durante varios años, aunque perjudiquen al país, porque gozan de Inmerecidos privilegios, amparados en una siempre discutible Constitución.

Aquí nadie fiscaliza. El Congreso, la Institución fiscalizadora por excelencia no cumple su función y casi siempre se limita a ser cómplice de los gobiernos de turno con más razón si la mayoría es gobiernista y de no ser así se concretan "acuerdos multipartidarios", se dice para salvar la "democracia", pero en la práctica sirven para compartir "honores", ocultar errores y delitos, y fijarse sueldos exorbitantes en cualquier temporada y con cualquier pretexto. La Contraloría General de la República, siempre está a cargo de amigos del Presidente. La prensa, salvo muy contadas y honrosas excepciones, permanece cautiva del gobierno merced a los contratos de publicidad estatal o porque pertenece a los amigos del régimen. En ambos casos se atenta contra la libertad de expresión. La ciudadanía está mal informada, no tiene voz porque carece de los medios económicos necesarios para hacerse escuchar.

Se paga sueldos exorbitantes a los depredadores del país, gobiernistas y congresistas, y una limosna a la gente valiosa y productiva. El trabajador más simple del Congreso de la República gana más que un Rector de Universidad. Precisamente las pasadas navidades cada congresista y "alto funcionario" recibió un promedio de 75 000 nuevos soles mientras que cada profesor solo doscientos.

Se desprotege irresponsablemente a la empresa privada nacional a pesar que es la más importante fuente de puestos de trabajo permanente, aportes al estado y sanas divisas. Los ingresos del Estado provienen fundamentalmente de los préstamos internacionales y del alza del precio de la gasolina y servicios esenciales, lo cual atenta rudamente contra la economía popular, mientras que en las naciones desarrolladas provienen de los impuestos que puntualmente pagan las empresas al disfrutar de estabilidad política, económica, social y jurídica, y porque cuentan con el respaldo permanente y efectivo de sus gobiernos. Se perjudica a las empresas nacionales de diversas formas. Fuertes cobros por licencia de funcionamiento y altas tarifas de servicios esenciales, haciéndose una odiosa e injusta diferencia entre el consumo residencial y empresarial, subestimándose que mientras que una residencia puede funcionar un artefacto para la distracción y el lujo en una empresa genera trabajo, producción y desarrollo. Aparte de eso demanda de coimas tanto por parte de los funcionarios del gobierno central como de los municipios, lo cual eleva costos y las impide competir con los productos extranjeros. Se tolera el contrabando, favorece a monopolios y permite la competencia desleal de los productos foráneos. No se brinda asesoría, ayuda técnica y crediticia, ni busca mercados para los productos nacionales. Las únicas que preocupan a los gobiernos son las que financian las campañas electorales, y las de los amigos del régimen. Se les favorece con las obras públicas y otros servicios. También se apoya a las transnacionales con las cuales se concreta dudosos acuerdos, concediéndoles inmerecidos privilegios, incluso el de no pagar impuestos. A las grandes empresas, que tienen fervorosos defensores en el Congreso, se les permite incluso pagar impuestos mediante innecesarios canjes, pero a las pequeñas, si no tienen dinero, se enjuicia, embarga y arruina ante el cómplice silencio de los que dicen ser, "representantes del pueblo".

Nuestros gobernantes y representantes al Congreso no son ciudadanos debidamente seleccionados y calificados que el desarrollo demanda con suprema urgencia. No se les exige documentos que acrediten que son personas capaces, honorables y patriotas. Ni la Constitución ni la Ley Electoral demandan requisitos especiales a los candidatos y a pesar de eso los congresistas se hacen llamar los "Padres de la Patria". Salvo honrosas y muy contadas excepciones; gobernantes y congresistas, son un grupo de aventureros o desocupados que se sienten iluminados cuando tienen sus credenciales en la mano, incendiarios y revolucionarios de ayer  que el abultado sueldo que ellos mismos se fijan les convierte en bomberos y defensores del infamante sistema que antes combatían. De aquellos nada bueno podemos esperar para el país, el hambre no les atormenta como a la mayoría de los peruanos, por lo cual tampoco tienen prisa para resolver los graves problemas de la población, y a pesar de eso sueñan con su reelección.

La burla a la ciudadanía fue como ahora una constante durante toda nuestra historia y se vio favorecida por el bajo nivel cultural de la población. La incultura nos hizo elegir a falsos defensores y representantes, desconocer los delitos que cometían en el ejercicio de sus funciones y hasta creer a cierta prensa desinformadora y mercantilista cuando nos decía que estábamos avanzando.

Los candidatos nos dijeron que lucharían por la justicia social, contra la pobreza, el abuso y la discriminación y acabaron defraudándonos. Sus ofrecimientos fueron solo infalibles instrumentos de campaña electoral. Del fracaso de su gestión, culparon a instituciones y ciudadanos extranjeros, a pesar que siempre apelaron a la denigrante conducta de pedirles dinero prestado, el cual sirvió fundamentalmente para el derroche y su enriquecimiento ilícito. Por eso hoy nuestra deuda externa es prácticamente Impagable.

Se esmeran en resolver asuntos secundarios, descuidándose los más apremiantes. La gente quiere trabajo, por ejemplo, y se da prioridad al problema del techo propio de unos pocos, lo cual favorece más a las empresas constructoras y los bancos. Los precarios sueldos que reciben los trabajadores no les permitirá saldar los compromisos de pago, y es inminente el riesgo que los bancos prestamistas les embarguen sus bienes o los de sus garantes, en complicidad con el gobierno.

Hace poco se nos dijo que la situación económica del país estaba mejorando porque los supermercados vendían más, ¡pero era falso!! Sus ventas se incrementan por las millonarias campañas que realizan y los precios temporalmente bajos que fijan a sus productos, como todo monopolio, hasta que se arruinen los pequeños comerciantes. Son los viejos argumentos de ciudadanos que buscan el poder para amasar fortuna sin importar para nada la vida de los peruanos, que seguimos siendo tratados como simples animales de laboratorio para ensayar sus siniestras e improvisadas teorías.

Los congresistas modifican la Constitución para consumar sus granjerías a pesar que no fueron elegidos para eso y fundamentalmente porque no son los ciudadanos calificados que el caso lo requiere. Introducen artículos que les conviene, pero no los que favorecen el cambio social.

El Jefe del Gobierno conocido como el "de la corrupción" nos dijo que tendríamos la mejor educación de América Latina y el actual que le agradaría ser recordado como el PRESIDENTE DE LA EDUCACIÓN y sin embargo aquí la educación continua siendo una cenicienta. SI los padres de familia no tienen dinero sus hijos no van al colegio, ante la total indiferencia del gobierno. Hay temporadas en que nuestras universidades estatales están a punto de suspender las clases por falta de recursos. Con el pretexto de libre Información cierta prensa continúa haciendo tabla rasa de la moral pública, criminal atentando contra nuestros niños y jóvenes, a pesar que se nos ofreció combatir la obscenidad.

Con la actual Constitución, los delitos económicos que cometen nuestros malos gobernantes prescriben luego de algunos años lo cual constituye una monstruosidad jurídica que los actuales y posiblemente los futuros representantes y gobernantes se negarán a eliminar, por pura conveniencia personal. Mientras un humilde ciudadano va a la cárcel varios años por hurtar algunas monedas, de donde sale arruinado física y moralmente, un gobernante que roba millones al Estado y perjudica a todo el país, se va al extranjero, el asilo político le protege, el tiempo lo declara inocente y vuelve a postular. Con la actual Constitución, como las anteriores, la corrupción esta oficializada.

Aquí se guarda en secreto los nombres de quienes financian las campañas electorales, hecho inconcebible en un país que requiere transparencia y moral pública para concretar su desarrollo. La ley de partidos políticos en vez de favorecer la participación de nuevas agrupaciones y el cambio, es tramposa y obstruccionista.

En nombre de una discutible autonomía, jueces que sirvieron a la corrupción siguen despachando y liberando de culpas a ciudadanos comprometidos en delitos execrables.

Es urgente una nueva Constitución que nos asegure que el Estado cumplirá su rol social y solo así la democracia en el Perú será factible y podremos legar a las generaciones del presente y del futuro un país donde puedan vivir en paz y dignamente. Pero la nueva Carta Magna, tal como ocurrió en las naciones más poderosas del mundo, debe ser obra de ciudadanos capaces, honorables y patriotas que abundan en las universidades estatales y Colegios Profesionales, quienes incluso sin cobrar honorarios pueden darle al Perú la mejor Carta Magna de toda nuestra historia en la seguridad que estarán haciendo patria. Propongo que en cada universidad estatal se elija por votación universal, con la participación de profesores y alumnos un delegado titular y un suplente para la Gran Asamblea Constituyente y de igual manera en cada Colegio Profesional, por todos los miembros de la orden.

La nueva Constitución, entre otros deberá contener artículos que exijan requisitos especiales a los candidatos a la función pública desde Concejal hasta Presidente de la Nación, obligatoriedad de los gobiernos salientes a rendir cuentas claras, las sanciones más severas para los que delinquen en el ejercicio de la función pública, incluso la pena capital; democracia educativa, etc.

Con una Carta Magna así se derrotará a la corrupción, habrá confianza y desarrollo porque el Estado en manos de ciudadanos virtuosos cumplirá fielmente su rol original de servir a toda la nación.

Ha llegado el momento de construir la patria próspera y respetable que Grau y Bolognesi soñaron y por la que ofrendaron sus preciadas vidas y de olvidar las precariedades de ayer y hoy. Nos resistimos a seguir viendo a los hombres disputándose la basura con los perros, a niños sin colegio pidiendo limosna en las calles, a nuestros jóvenes desocupados, dedicándose a tareas denigrantes o abandonando al Perú en busca de un empleo y a los ancianos desamparados abandonados a su suerte o al borde del suicidio, mientras que los líderes de la clase política tradicional se enriquecen, y todo por tener una Constitución que aparte de oficializar la corrupción permite que el Estado no cumpla su principal y original tarea de servir a la persona humana. Nuestro futuro debe ser distinto. Los niños y jóvenes de hoy y de mañana nunca más deben ser víctimas de los "cánceres "que la vieja clase política se negó a combatir.


 Estimados compatriotas, éste libro lo escribí en 50 años. Hoy no solo necesitamos que se nos reparta alimentos y buenos sueldos. Debemos elegir buenos gerentes y administradores para que el país aumente sus ingresos porque con la pandemia que hoy sufrimos tenemos una caja fiscal casi vacía. Ya no estamos para ensayos ni aventuras.Debemos elegir bien este domingo para no seguir yéndonos al abismo.Si quisieran un ejemplar de la obra sírvanse enviarnos el número de su celular llamando al 948670387 o al 991868673 y se lo enviaremos gratuitamente a su wasap una edición virtual completa.

 

Apena y decepciona
que la mayoría de candidatos no quiere "chocar" con la prensa privada que tiene contratos de publicidad con el gobierno, como sí lo hace y con sobradas razones López Aliaga. Sería bueno que lean LA HISTORIA SE REPITE de páginas 382 a 394 y sabrán como tal prensa perjudica al país y a todos los peruanos. Si quisieran un libro completo y gratuitamente se lo enviamos de inmediato y basta que nos remitan el número de su celular al 948670387 o al 991868673.La versión virtual se la haremos llegar a su wasap.